“La rentabilidad no tiene que ser solamente económica, también tiene que haber un balance dentro de tu sustentabilidad”
-
Empresario está trabajando bajo el concepto de “hidratación circular”.
Lucas Ulloa Intveen
Aguas Q3 nace oficialmente el 2008, aunque su historia se remonta a años anteriores. Su fundador y gerente, Ignacio Quijada, observó en un viaje a Indonesia, país asiático con problemas de alcantarillado y de acceso al agua potable, la forma en que la población solucionaba estos problemas. Purificar el elemento en base a procesos, embotellarlo y llevarlo a hogares, oficinas y grandes sectores industriales. Esta fue la idea base que trasladó a Magallanes, aunque con un paradigma distinto, ya que el agua patagónica era pura en su origen, pero no llegaba a toda la comunidad.
A lo largo de los años en que han estado insertos en la comunidad, la idea ha sido la misma, pero en la práctica han visto sustanciales cambios que han impactado en la rentabilidad y gestión de la misma empresa. A través de distintos mecanismos han reducido el uso de petróleo mediante tecnología de inteligencia artificial para optimizar las rutas, la eliminación de sellos plásticos y, especialmente, de la línea de botellas plásticas desechables, lo que Quijada identifica como un hito en la empresa.
“Tuvimos una línea de botellas plásticas y nos dimos cuenta que, por más que éstas se podían utilizar o reciclar, lo que haces en Punta Arenas es compactar y enviar a Santiago y, al final, lo que haces es quemar petróleo en el transporte, entonces tu huella de carbono sigue siendo contaminante. Entonces, eliminamos esa línea de botellas, decidimos reutilizar y reciclar el 100% de los botellones”, señala Quijada, lo que fue un punto de partida hacia un cambio.
Los botellones que no se reciclan se envían a la empresa Patagonia Circular, que los tritura, los hace pellet y lo utiliza para hacer materiales de construcción. En caso contrario, se reutiliza como microinvernaderos o tachos de basura. El 100% de las tapas las entregan a las Damas de Café, a través del Club de Mujeres Australes y el dinero va hacia la Fundación de los Niños con Cáncer.
“Este círculo virtuoso, que nosotros llamamos hidratación circular, es súper potente porque el cliente, el consumidor final que ocupa Q3, automáticamente ya está haciendo algo por el planeta. Ese es nuestro concepto que queremos instaurar”, sostiene el fundador de la empresa.
Postula que las empresas deben velar por una visión a largo plazo y que “hoy en día estamos en pañales en lo que estamos hablando de economía circular y reciclaje”. En ese sentido, comenta que una opción es preferir lo local y evitar las grandes marcas que viajan desde China, Francia o Italia en barco, luego en camión y así sus huellas de carbono son mayores.
“La rentabilidad no tiene que ser solamente económica, también tiene que haber un balance dentro de tu sustentabilidad. Y ser sustentable no significa ser solamente verde. También pasa por tu economía dentro de la empresa, que tus empleados sean bien pagados, que el espacio laboral sea bueno, que la jornada laboral sea sana. Todo ese tipo de cosas también son indicadores que tú puedes medir”.




