Angel Araya agradeció emocionado homenaje de Enap tras 40 años fotografiando el quehacer de la empresa
Una exposición que resume cuatro décadas de trabajo fotográfico, en la que se puede apreciar la evolución misma de la técnica de captura de la imagen, fue el homenaje que se le realizó a Angel Araya Martínez, histórico fotógrafo de Enap Magallanes. “40 años capturando la historia de Enap”, tiene por título la muestra fotográfica, cuyo principal motivo era reconocer en vida y compartir una tarde con Angel, quien se mostró emocionado y agradecido con la iniciativa.
Araya Martínez ha capturado las operaciones de la compañía estatal, de los campamentos petroleros, las personas que han sido y son parte de la empresa, sus actividades y celebraciones, los aportes a la región, visitas presidenciales. El lente de Araya registró todas estas escenas, almacenadas en miles de negativos que guarda hasta el día de hoy.
En pocas palabras y de pie agradeció a los presentes, colegas fotógrafos y de la empresa. “Es muy importante para mí, he estado más de 40 años en la empresa y que lo hagan en vida vale montones, porque después uno se va y dicen “el tal por cual fue bueno”. Así es que agradecido de Enap, de todo el trabajo que me dio y que le di yo”, sostuvo Angel, posterior a la ceremonia.
Intentando resumir todo el trabajo, en las paredes del edificio anexo de Enap Magallanes estaban colgadas muchas de sus fotografías, mientras que en una presentación de diapositivas se recorrían otras cuantas más curiosas. Dentro de esta última selección, constaban algunas de su pasado como árbitro de fútbol.
“Fui el único árbitro colegiado cuando llegué y dirigía acá. Ahí me apodaron el “Loco” Araya. Me lo tomaba con humor, sabía que estaba en las patas de los caballos donde me metí. Pero era una profesión ingrata”, relata Angel. Muchos comentaban que la gente iba a verlo más a él que a los equipos, en los partidos de fútbol que le tocaba arbitrar. “Era todo un show”, resumían algunos. Incluso en alguna ocasión tuvo que ser escoltado para salir con seguridad de un partido en Tierra del Fuego.
Johana Araya Igor, hija de Angel, llegó con él a la ceremonia. “Él era fotógrafo a honorarios, nunca fue enapino, pero siempre recibió mucho cariño y amor de todos los jefes que tuvo”, comentaba su hija. Actualmente combate un cáncer que lo ha tenido muy complicado tanto a él como a su familia, aunque reconoce que “siempre ha sido un luchador”.
“Él tiene 74 años hoy en día y toda la familia aprendimos con él. Las fotos, los cuadros, las ampliaciones. El reveló 20 años en cuarto oscuro. Nos enseñó a todos a sacar fotos, a revelar, a enumerar fotos de matrimonio. Siempre lo ayudamos como familia, era parte del día a día”, comenta Johana. Aunque a veces, habían mañas: “De repente nadie podía salir de la casa si no encontrábamos las fotos que le mandaban a hacer de Enap. El llegaba con 10 ó 15 fotos y decía, hay que buscar estos negativos. Y nadie salía si no se podían encontrar las fotos”.




