Proyectos de hidrógeno en Magallanes concentran un 92% de las observaciones ciudadanas a nivel nacional
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Desde la ciudadanía han surgido voces críticas que exigen un análisis más cuidadoso sobre el impacto de este tipo de proyectos.
El grupo Teco se dedica a “destrabar proyectos en todo el país”, según exponen en su propio sitio web. Ante el incipiente crecimiento de la industria del hidrógeno y sus actores, han servido como consultores y realizaron un análisis de 10 proyectos vinculados a hidrógeno verde ingresados al Servicio de Evaluación Ambiental (Sea) entre 2020 y 2024. Tres se ubicarían en Antofagasta, tres en Valparaíso y cuatro en Magallanes. Del total, las iniciativas en Magallanes concentran el 92% de las observaciones ciudadanas.
Como combustible limpio, el hidrógeno verde puede ser utilizado en la industria química, siderurgia y transporte, entre otras aplicaciones, que han motivado su apertura hacia distintos mercados. El interés tanto del sector privado como del gobierno es mayor por sus aplicaciones en camino hacia la transición energética.
Magallanes es una de las regiones que mayor interés ha generado, especialmente por sus condiciones climáticas favorables, así como las grandes extensiones de territorio que permanecen sin intervención. Se estima que se podría producir un 13% del hidrógeno verde a nivel mundial, con un potencial eólico que superaría en siete veces la actual matriz eléctrica chilena.
Surgen voces críticas
No obstante, desde la ciudadanía han surgido voces críticas que exigen un análisis más cuidadoso sobre el impacto de este tipo de proyectos. El informe de Teco Group pone énfasis en que el desarrollo del hidrógeno verde no sólo depende de su viabilidad técnica o económica, sino también de cómo se gestione las expectativas de actores comunitarios relevantes.
Entrevistado por el Diario Financiero, el consultor de Teco Group, Cristián Varela, explica que “Magallanes concentra altas expectativas del Estado para posicionar a Chile como un actor estratégico a nivel mundial en la industria, pero al mismo tiempo están surgiendo preocupaciones desde distintas organizaciones por los posibles impactos de este tipo de proyectos. Magallanes tiene buena calidad de vida. La gente quiere mejoras, pero no alteraciones radicales en su entorno y/o cotidianidad”.
Observaciones ciudadanas
En total, identifica el informe,
se han presentado 370 observaciones ciudadanas a los 4 proyectos que analizó en Magallanes. Las críticas en el tema “aves” hacen referencia a la falta de detalle en la información referente a rutas y altitudes de vuelo, así como a las especies identificadas. Se señala la omisión de la consideración de espacios reproductivos vinculados al soterramiento de líneas de transmisión y la falta de atención a sitios de nidificación. También se cuestiona la metodología empleada en variados ámbitos, como la identificación de especies nocturnas.
Además de los impactos en la fauna, hacen observaciones sobre la relación con planes y programas regionales que tengan los proyectos, buscando que se especifiquen cómo se integrarán y adaptarán a los diversos instrumentos de planificación territorial en la región.
Proyectos y monitoreo
El consultor Varela identificó dos grandes desafíos: crear un entorno favorable para la tramitación de proyectos y monitorear la sensación ambiente y nivel de expectativas. “En el primer caso, se está tramitando la ley que busca agilizar y robustecer el sistema de permisos y tramitación de proyectos; en el segundo, hay que tener claro que no se trata sólo de descarbonización o energía limpia para combatir el cambio climático, sino también de generar beneficios concretos y visibles a nivel local”.