Mujeres marinas de Magallanes: la fuerza invisible del mar

Entre canales y fiordos australes de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, se encuentra una comunidad conformada por más de 50 mujeres que han hecho de las gélidas aguas un espacio de encuentro y aprendizaje. Provenientes de las cuatro provincias de la región, pertenecen y representan sectores tan diversos como la pesca artesanal, turismo, academia e instituciones públicas. Juntas, conformamos un mosaico de experiencias y saberes que son fundamentales para la conservación y, por tanto, el progreso de esta vasta y remota región. 

Esta comunidad demuestra que la colaboración y el intercambio de conocimientos son el tejido social que, entrelazándose, conecta diferentes rubros y permite formar una comunidad resiliente. Nuestro objetivo es construir juntas una agenda de trabajo que no sólo potencie nuestro rol en la sociedad, sino que también redefina nuestra posición dentro del sector marino, fortaleciendo su cuidado. Para lograrlo, hemos identificado ejes de acción que consideramos esenciales, entre ellos, capacitaciones constantes, educación en equidad y enfoque de género, y la creación de espacios para compartir experiencias, conocimientos y saberes. Sin embargo, aun con estos compromisos, persiste un desafío mayor como sociedad: debemos aumentar la visibilidad y reconocimiento del trabajo de las mujeres, y la participación femenina en los asuntos relacionados con el mar y la gestión de sus recursos.

Históricamente, nuestro rol en el ámbito marino ha sido poco valorado y, con frecuencia, invisibilizado. Por ejemplo, a nivel nacional, el 25,66% del total de inscritos en el Registro Pesquero Artesanal (RPA), son mujeres. Es una cantidad importante, y cabe destacar que la mayoría de ellas realiza actividades conexas a la pesca artesanal, cumpliendo labores como la habilitación de embarcaciones antes y durante las faenas o dando soluciones en casos de emergencia. Este rol en muchos casos pasa inadvertido y es infravalorado, aunque es el que sostiene y permite las operaciones en el mar.

Esto no sólo minimiza el impacto de nuestra labor, sino que también restringe el acceso a recursos financieros, oportunidades de capacitación y desarrollo profesional. Por lo tanto, es necesario continuar trabajando hacia un cambio real y duradero, donde no sólo tengamos un lugar en la mesa, sino que también seamos escuchadas y valoradas como lideresas. Por ello, nuestra intención no es sólo buscar igualdad de género en el mar, sino que, también abogar por una justicia ambiental y social, donde se reconozcan nuestros conocimientos y habilidades.

Tengo el privilegio de conocer a cada una de las mujeres que conforman la comunidad, así como también sus historias y su invaluable trabajo. Me siento afortunada de ser parte de esta comunidad, que cada vez tiene más fuerza y va ganando espacios que no tenía en la región. Desde Wildlife Conservation Society (WCS Chile) seguiremos aportando a este desafío, para que algún día se convierta en un lugar donde se valore y reconozca el trabajo de las mujeres en el mar, como lo que es, un elemento fundamental del desarrollo sustentable y del futuro de Magallanes.