Potencial represalia de Israel contra Irán tiene al mercado petrolero en vilo
Irán es una potencia petrolera, entre los diez mayores productores del mundo, con unas reservas probadas de 208.600 millones de barriles, según los datos de la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep), de la que es uno de sus socios fundadores.
La amenaza de que una represalia militar israelí a los ataques de Irán del martes afecte a su poderosa industria petrolera tiene al mercado en vilo.
Irán bombeó el pasado agosto, según el valor medio calculado por la Opep en base a fuentes independientes, 3,2 millones de barriles, de los que se estima que más de la mitad fueron para la exportación.
El petróleo supone más del 41% de los ingresos por exportaciones de la República Islámica, que en 2023 sumaron US$99.690 millones.
Un eventual ataque israelí a instalaciones petroleras iraníes podría provocar que los precios del crudo, que llevan días al alza, aumenten aún más.
La mayor parte de las reservas de crudo iraníes se localizan en la provincia de Juzestán, en la frontera sudoeste con Irak.
Allí se concentran el 80% de la reservas en tierra firme, pero el país cuenta también con pozos de extracción en el Golfo Pérsico, y hay información de yacimientos en el mar Caspio.
Además de petróleo, Irán es uno de los principales productores mundiales de gas. Con unas reservas estimadas en 33.988 millones de metros cúbicos, en 2023 exportó 12,9 millones de metros cúbicos de gas.
Buena parte de las instalaciones petroleras de Irán resultaron dañadas por los ataques iraquíes durante la guerra que enfrentó a los dos países entre 1980 y 1988.
Emol