Acortar la brecha del desequilibrio territorial

Desigualdad es un concepto que toca profundamente a las regiones y, sobre todo, a aquellas zonas que están más apartadas de los centros urbanos. Chile no es una excepción respecto de aquello.

El reciente informe El Desarrollo Humano de las Comunas de Chile del Programa de las Naciones Unidas en Chile (PNUD) arrojó como conclusión que, a pesar de avances significativos, persisten en nuestro país enormes desigualdades. Esto, tras calcular el Indice de Desarrollo Humano (IDH) para 339 de las 346 comunas existentes en el país, a partir de datos administrativos del 2022.

¿En qué se traduce todo esto? En que estas diferencias respecto de acceso a educación, salud, servicios básicos, conectividad, entre otros elementos y aspectos esenciales para el desarrollo humano, limitan las oportunidades y capacidades de las personas en distintas zonas del país. 

La descentralización es un proceso que debe seguir acentuándose y que debe estar en el foco de todos los gobiernos, sin importar los signos políticos. Además de bregar por aquello, también las autoridades regionales y locales tienen que redoblar los esfuerzos por hacer efectiva la equidad territorial dentro de Magallanes.

Esto queda claro en el informe del PNUD, según lo explica en una columna de opinión el Jefe de Area de Reducción de la Pobreza de dicho organismo, que se publica hoy en El Magallanes. Allí él refiere que las comunas con menor Indice de Desarrollo Humano suelen estar vinculadas a factores como la ruralidad, la baja densidad poblacional y la distancia a los centros regionales. Hace ver que estas localidades enfrentan una estructura productiva menos diversificada, una autonomía financiera limitada y un dinamismo empresarial reducido, lo que agrava las dificultades para mejorar el desarrollo humano en estas áreas.

Esto recuerda la inmensa batalla que se ha tenido que dar por años desde esta región para lograr que ministerios como Desarrollo Humano entreguen la venia a diversos proyectos, al estimar éstos que la baja densidad poblacional hace poco rentable e inviable la inversión proyectada. Dicho cuestionamiento y criterio economicista ha sido uno de los principales frenos al desarrollo para las localidades más apartadas.

Las disparidades son evidentes y hablan por sí mismas. Representan un gran desafío para los generadores de políticas públicas, pues tienen que comprender que debe haber diferenciación y adaptación de éstas. Las autoridades regionales y comunales, en tanto, tienen la responsabilidad de trabajar y no rescindir el derecho que tienen los habitantes de Magallanes.