Jornadas Por La Rehabilitación, un Modelo Para La Sociedad
Cuando un habitante de la Patagonia comienza a hablar de las maravillas de estas tierras australes puede ser una historia de nunca acabar. Porque quienes acá vivimos nos sentimos agradecidos de los tesoros de esta tierra y de su gente, y también agradecidos por la vida que hemos ido construyendo en estas latitudes con el aporte de diversos pueblos y culturas que acá se van fundiendo en un solo pueblo.
Entre las cosas que nos llenan de alegría, y que son un patrimonio común de los magallánicos, están las Jornadas por la Rehabilitación, que se realizan desde 1988 para recaudar fondos para el funcionamiento de nuestro Centro de Rehabilitación Cruz del Sur. Anoche concluyó la 37ª versión, con el lema “La fiesta de todos”.
La historia de nuestras Jornadas por la Rehabilitación es un ejemplo muy digno de tenerlo siempre presente como un modelo de servicio y de gestión, de respuesta eficaz a una necesidad, de colaboración entre lo público y los privados, y como un modelo de identificación de los habitantes en la solidaridad.
En nuestra región, a mediados de la década de 1980, ni la salud pública ni alguna corporación privada -como hay en el resto del país- podía ofrecer rehabilitación para las personas en situación de discapacidad. La alternativa era viajar “al norte”, pero la distancia, los costos y el tiempo de permanencia, significaban grandes recursos económicos y no era posible la continuidad de cualquier proceso de rehabilitación.
En ese contexto, un grupo de personas con vocación de servicio a la comunidad, el Club de Leones Cruz del Sur, detectó esta carencia y buscó dar una respuesta. Así fue como en 1986 habilitaron el funcionamiento del primer centro de rehabilitación, que comenzó con seis niños y dos profesionales. Con el inicio de este primer centro se fue visibilizando la hasta entonces socialmente invisible y compleja realidad que vivían las familias magallánicas que tenían alguno de sus miembros en situación de discapacidad; evidentemente, la demanda de atención creció y el Club de Leones buscó el modo de darle continuidad institucional a su iniciativa de servicio.
Entonces, en 1996 se constituyó la Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur como una ONG (organización no gubernamental) sin fines de lucro, dirigida por un directorio de miembros del Club de Leones Cruz del Sur de Punta Arenas. Esta corporación es la que desde entonces gestiona el marco legal y administrativo de los centros de rehabilitación.
Con el tiempo fueron creciendo los servicios, así como las demandas y necesidades. Tal fue que, ante la carencia de escuelas para niños con discapacidad, en 1995 se creó la Escuela Especial Club de Leones Cruz del Sur, que tiene una matrícula de más de 200 alumnos. En la misma época, con el apoyo del Estado de Chile y el Banco Interamericano de Desarrollo, se construyó una nueva sede con los espacios e implementos para los procesos de rehabilitación.
Y hubo nuevos pasos de crecimiento, como fue la creación de la sede de Puerto Natales (2003) y la sede de Porvenir (2005), gracias a los aportes del Club de Leones Cruz del Sur, del Gobierno Regional de Magallanes, y de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón. En el 2015 el Gobierno Regional de Magallanes entregó en comodato a la Corporación de Rehabilitación el nuevo y actual edificio con implementación de primer nivel, constituyéndose en uno de los principales centros dedicados a la rehabilitación y medicina física del país.
Según datos de su página web, el Centro de Rehabilitación Cruz del Sur cuenta con un personal de 155 personas, con profesionales capacitados en las diversas áreas de la rehabilitación, haciendo posible la atención de 6.467 usuarios, de los cuales la mitad son niños y el resto son adultos, y también atendiendo a personas que vienen desde la Patagonia argentina, llegando así a un total de 329.591 atenciones.
¡Qué ejemplo de servicio audaz y creativo de quienes iniciaron esta tarea y la siguen llevando adelante, qué ejemplo de colaboración entre el sector público y los privados, qué modelo de gestión y qué ejemplo de identificación de la comunidad con la solidaridad! El Centro de Rehabilitación Cruz del Sur no sólo cumple la maravillosa misión que le es propia, sino que constituye un patrimonio de nuestra identidad regional. ¿Acaso no es un modelo para muchas otras tareas de bien común ante necesidades y carencias de nuestra sociedad?
¡Muchas gracias a la Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur y a todos los que hacen posible su misión, poniendo la inclusión, el servicio y la solidaridad como valores de la cultura regional!