Temporada de incendios forestales
Ocho regiones del país se encuentran actualmente con la restricción de uso del fuego para la realización de quemas de los desechos agrícolas o forestales, medida que busca prevenir la ocurrencia de incendios forestales.
Las regiones que restringen el uso del fuego, en su mayoría hasta marzo de 2025, son las de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Los Ríos, Los Lagos y Aysén. Se suman a esta restricción las provincias de Biobío y Concepción, de la Región del Biobío; más las comunas de Pica, en la Región de Tarapacá, y Torres del Paine, en la Región de Magallanes.
Como antecedente a considerar, existe un calendario de quemas a nivel nacional. Para la realización de esta actividad es necesario obtener el comprobante de aviso otorgado por Conaf, el cual contiene varios requisitos para poder ejecutarla, como horarios y medidas de seguridad. Sin embargo, cuando se anuncian restricciones, todas las quemas quedan suspendidas.
En este contexto, recientemente Conaf Magallanes presentó su Plan de Acción de Prevención, Mitigación y Control de Incendios Forestales 2024-2025, que contempla un presupuesto de 2.700 millones de pesos, lo que representa un aumento de casi un 20% en comparación con el periodo 2023-2024. Esto se traducirá en el despliegue de 12 brigadas a lo largo de la región, y la incorporación de dos helicópteros.
Los incendios forestales son un problema de todos los años, pese a los llamados a la prevención que realizan las autoridades.
Fresco está en la retina el dantesco incendio en el Parque Torres del Paine de 2011-2012, con más de 17 mil 600 hectáreas quemadas, a causa del actuar negligente de un turista israelí.
A pocas semanas de iniciar una nueva temporada veraniega -y por ende de mayor ocupación de áreas silvestres como áreas de esparcimiento familiar- se reiteran a la población las recomendaciones sobre el cuidado que se debe tener con el manejo del fuego, especialmente en lugares habilitados para picnic.
El crecimiento de la ciudad hacia sectores boscosos, de pastizales y matorrales, altamente combustibles, obliga a tomar mayores resguardos por parte de la población.
Sin duda, si entre las personas primara un comportamiento responsable, por ejemplo, apagando muy bien las fogatas utilizadas en un sitio de camping, la incidencia de estos siniestros disminuiría notablemente. Sin embargo, la realidad señala otra cosa. Por ello, la importancia de las campañas de prevención y qué mejor que éstas tengan como protagonistas a niños y jóvenes, quienes, en esta materia, pueden, muchas veces, dictar a los mayores pautas a seguir en lo que concierne al comportamiento en el entorno natural.