Conflicto laboral en colegio de Porvenir: obispo no llevó soluciones, pero sí “todo el mejor ánimo” para encontrarlas

“Señor Obispo, recuerde el octavo mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás… ¡y usted nos mintió en la cara!”, fue el cartel adherido a la puerta de acceso al Colegio Salesiano María Auxiliadora de Porvenir, entre varios otros, que recibió al obispo de Magallanes, Oscar Blanco, quien ayer llegó a la capital fueguina para tratar directamente con dirigentes y socios del Sindicato de Trabajadores de la escuela, dependiente de Fide XII -su empleador directo- y por ende, del Obispado de Magallanes, que tiene tuición del establecimiento desde que lo dejara la Congregación Salesiana a fines de los años 90.

El prelado magallánico viajó en el ferri Pathagon desde Punta Arenas, arribando al colegio de Iglesia pasadas las 11 horas de este lunes, para de inmediato reunirse en su interior con el recién creado ente sindical, “a puerta cerrada”. La cita se extendió por más de dos horas y luego, Blanco ingresó a la oficina de la directora del colegio, Cristina Lorenzo, con quien conversó hasta las 13,20 horas, saliendo apurado junto al vicario de la Diócesis de Magallanes, Fredy Subiabre, y a su contertulia por la puerta principal para dirigirse en el auto de ésta a Bahía Chilota, ya que debía regresar a la capital regional en el barco, que zarpaba a las 2 de la tarde. De este modo, sólo habló con la prensa local “a la pasada”, sin hilvanar por completo las ideas y sin responder a todas las consultas planteadas.

“Nos vamos
con tarea para la casa”

“Fue eso, una reunión, estuvimos conversando y nos vamos ahora ‘con tareas para la casa’ para poder responder lo antes posible a la propuesta que ellos nos hicieron”, sintetizó el prelado. Dijo que precisamente, van a continuar tratando con el sindicato del colegio las fórmulas de solución al pago 13 meses atrasado de imposiciones, préstamos, Cajas de Compensación y otras deudas con los profesores y funcionarios. “Hay disposición y el mejor espíritu para solucionar este tema”, agregó.

Consultado si existe la solvencia suficiente para entregar una respuesta adecuada, respondió que “en eso estamos”. Respecto al plazo que le habría dado el sindicato para satisfacer el pago de las deudas, apuntó que “la próxima semana vamos a dar una respuesta a lo que ellos nos solicitaron, pero vamos a hacer todo lo posible para sacar esta situación adelante, y está el mejor de los ánimos, por lo menos de nuestra parte”.

Ante el significado del “paro progresivo” al que como medida desesperada debieron llegar los trabajadores del establecimiento, manifestó: “no lo sé, pregúntenle a ellos”, tras lo cual se apresuró a abordar el vehículo de la directora y partir de modo veloz en dirección al terminal marítimo, ubicado a 5 kilómetros desde el edificio escolar.

Sindicato:
“Quedamos igual”

El presidente del Sindicato de Trabajadores del Colegio María Auxiliadora, Nicolás Vargas, aunque agradeció la disposición del obispo de viajar a Porvenir a dialogar con ellos, lamentó conocer la realidad de la empresa (empleadora) y la modalidad que se quiere implementar para responder a las deudas. “No llegamos a nada concreto”, acotó.

“Todavía tenemos reuniones que hacer y ellos también tienen gestiones que cumplir y evaluar cómo lo van a resolver, pero no surgen directrices de cómo va a ir el tema”, resumió. Refrendó que van a continuar movilizados y con el itinerario de paro indefinido ya trazado, aunque también van a analizar las opciones que ahora les manifestó el obispo.