“A mi hijo le quitaron la vida de la manera más cruel”, dijo madre de Roberto Verdugo Vargas
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“Hoy tendría que haber estado con nosotros en la casa y no tendríamos por qué estar haciéndole una misa”, señaló Alba Vargas.
Dos años se cumplieron ayer del brutal y despiadado crimen de Roberto Verdugo Vargas, el estudiante de entonces 21 años de edad ultimado cuando regresaba a casa, después de salir a compartir con amigos.
El único y pequeño consuelo para Alba Vargas Peranchiguay es que los autores fueron condenados a cadena perpetua y que pasarán el resto de sus vidas presos.
El dolor es desgarrador, porque le arrebataron el tesoro más preciado de una madre: un hijo.
Han transcurrido 24 angustiantes meses y tanto ella como su esposo Roberto intentan encontrar consuelo.
Ayer el apoyo vino desde lo espiritual. Ambos, acompañados de familiares y amistades, concurrieron a la misa de las 19 horas de la Parroquia Fátima, donde el párroco Bernardo Astudillo Basulto, tuvo palabras de consuelo para ellos, desde la fe.
Madre
Al término del oficio Alba conversó con La Prensa Austral, reafirmando que “estos dos años han sido de mucha tristeza”. Superar el dolor y la tristeza es muy difícil. “Estamos con mucha pena como familia y por eso decidimos hacerle esta misa por los dos años”, dijo.
Admite que la única tranquilidad es saber que la justicia hizo lo suyo, condenando a ambos a cadena perpetua. “Los dos van a pagar por igual y espero que se queden adentro para siempre y no salgan nunca más”.
Alba dijo que perder un familiar por enfermedad es algo que se entiende y se puede llegar a aceptar. “Pero a mi hijo le quitaron la vida de la manera más cruel”, lo dice aferrada a la foto de Roberto que llevó a la iglesia.
“Hoy tendría que haber estado con nosotros en la casa y no tendríamos por qué estar haciéndole una misa”.
El hijo se convirtió para ellos en un ángel, “porque desde donde esté nos ayuda a salir adelante”.
Tanto la última Navidad, como la del año anterior, se esfumó para los padres. Al igual que el Año Nuevo. “Eso para nosotros ya no existe. Nuestro hijo era siempre el primero en saludarnos y, por culpa de estos infelices, nos quedamos sin él”, indicó Alba.
De cómo lo recuerda, “como el hijo perfecto, bueno, educado, que nunca le faltó el respeto a nadie. Era estudioso y apegado a la familia. Buen amigo y buen nieto”.
Ahora sólo espera que la Corte Suprema confirme el fallo, ante el recurso de nulidad que presentaron los abogados defensores de los condenados. “Tenemos la fe de que se pudran en la cárcel”, dijo finalmente la madre de Roberto.
Penas de los condenados
A los asesinos del estudiante, el Tribunal Oral en lo Penal aplicó el máximo de las penas legales: presidio perpetuo calificado. Tanto a Adalio Mansilla Quinchamán como a su sobrino Fabián Peña Mansilla. Esto quiere decir que antes de 40 años no pueden postular a ningún tipo de beneficio.
Para el tribunal, integrado por Luis Alvarez Valdés, José Flores Vásquez y Rosana Vidal Ojeda, los autores cometieron el crimen con alevosía y ensañamiento, “aumentando de forma deliberada e inhumana el dolor al ofendido”.
Más encima Adalio Mansilla perpetró el delito cumpliendo una condena por otro crimen. En el extracto de filiación exhibe dos condenas. Una del 2016, cuando fue sentenciado a 10 años de cárcel por homicidio. Pero el 2021, después de cumplir la mitad de la pena salió a la calle con el beneficio de libertad condicional. En esas circunstancias fue que asesinó a Roberto.
Crimen
La investigación del equipo de la Sip, complementada con el trabajo científico de Labocar de Carabineros, le permitieron al fiscal Fernando Dobson Soto aclarar la forma en que ambos asesinaron al estudiante.
Al estudiante no sólo lo mataron y mutilaron, sino que trataron de enterrar el cuerpo en el patio y, como no pudieron, parte de los restos los metieron en bolsas.