“En esos tres segundos que estuve bajo el agua pensé que podría haber muerto”
Lucas Ulloa Intveen
lucas.ulloa@laprensaaustral.cl
Una navegación de un padre con su hijo que tenía por destino la isla Nassau al sur de Punta Arenas, desembocó en un sorprendente encuentro con una ballena jorobada. El pasado sábado 8 de febrero, partieron desde el final de la Ruta 9 Sur navegando con sus kayak inflables y poco más allá de bahía El Aguila, Adrián Simancas fue embestido por un robusto ejemplar, cuyo registro quedó captado por su padre. A continuación, Adrián relata su encuentro y los segundos en que pensó estar en el “estómago de una orca”, como se lo imaginó.
“Andábamos en packraft (kayak inflable) con mi papá, teníamos pensado ir a isla Nassau, pero tuvimos que cancelar el trayecto por el encuentro con la ballena, ya que se me perdió el remo”, comienza su relato este joven, de 23 años y oriundo del Amazonas venezolano, aunque lleva 7 años viviendo en Punta Arenas. A esas alturas, llevaba poco más de dos horas navegando.
“Atravesamos la bahía antes de llegar al faro y seguimos andando desde el faro en línea recta hacia la otra punta al final de bahía El Aguila. Llegando al final fue que pasó eso”, cuenta sobre el punto en que ocurrió el encuentro. Adrián nunca ha llegado hasta isla Nassau y era la segunda vez que su padre intentaba ir, aunque su papá había realizado otras navegaciones por el estrecho de Magallanes y por esta misma ruta del cabo Froward.
Adrián cuenta que una media hora antes había visto un chorro de agua disparado hacia los cielos, pero jamás pensó que se encontrarían más de cerca con una ballena.
“Primero sentí como un golpe que me levantaba hacia atrás y como el tiempo se había puesto malo, empezaba a llover un poquito antes y habían olas más fuertes. Yo pensé que era una ola quizás, pero cuando sigo sintiendo esto, en menos de un segundo, siento ese impacto tan fuerte, supe que no podía ser una ola, porque sería un tsunami o algo raro”, describe sobre los momentos del encuentro.
“Volteo y siento como que algo me roza la cara, que es como de un color entre azul y blanco y veo que se viene como por arriba y por ambos lados y me hunde. Yo pensé que me había comido algo, porque habíamos conversado poco antes que por esa zona también podrían haber orcas y esas sí son más agresivas. En esos tres segundos que estuve bajo el agua pensé que podría haber muerto, hasta que sentí que el chaleco me tiró hacia arriba. Ahí salí muy desorientado”, narra Adrián.
Al momento de salir, pensó que se trataba de una especie de ataque. “Sentía que se movía alrededor de mí o debajo de mí, que iba a tumbar a mi papá también. Ahí si los dos nos caíamos iba a ser muy difícil rescatarnos. Fue un momento bien intenso. Él me alcanzó, me sujeté a él y fuimos a una zona más segura y ahí ya me ayudó a subirme al packraft, amarré el mío al suyo y fuimos hasta la orilla”, cuenta sobre los últimos momentos y su escape del lugar.
En el video se le ve calmo en sus reacciones y forma de desempeñarse frente a la situación de peligro. Sin embargo, Adrián asegura que durante los segundos que estuvo sumergido, “pensé que me había tragado y que ya estaba listo”. Algo que le ayudó fue su experiencia navegando por otros ríos, lagunas y cursos de técnicas de rescate, en el que habían trabajado qué hacer en casos de sumergirse a temperaturas gélidas de manera repentina. “Uno queda aturdido por la temperatura del agua al momento de sumergirse, la mente queda como paralizada”, cierra el kayakista.