“El alcoholismo tiene tres destinos: cárcel, hospital y muerte”
“No rechazamos a nadie que quiera recuperarse, y no expulsamos a nadie que se declare miembro de Alcohólicos Anónimos, aun cuando recaiga muchas veces”. Así explica Evelyn, integrante de esta agrupación, el trabajo que despliegan.
Desde hace más de 58 años, Alcohólicos Anónimos ha estado presente en Chile y la comunidad formada en Magallanes cumplió su tercer aniversario este 4 de marzo y lo celebrará con una reunión informativa abierta a la comunidad, el jueves 13 de marzo a las 19,30 horas en Bories 871, tercer piso, en el edificio donde funciona Radio Polar. Esta iniciativa busca no sólo dar a conocer el programa de recuperación de la organización, sino también ofrecer apoyo a quienes están luchando contra el alcoholismo, así como a sus familias y amigos.
Evelyn, 56 años, miembro de Alcohólicos Anónimos en Magallanes, explica que la reunión tendrá como objetivo compartir experiencias y fortalecer la difusión del programa de los 12 pasos, un sistema de recuperación que ha ayudado a miles de personas en el mundo a superar el alcoholismo. En la actividad participarán profesionales y miembros de la comunidad.
“Nuestro programa de recuperación se basa en la contención mutua y en herramientas que nos permiten vivir un día a la vez, sin promesas de nunca más, sino con el compromiso de 24 horas de sobriedad. El alcoholismo es una enfermedad que no distingue edad ni profesión. En la comunidad tenemos abogados, médicos, profesores, dueñas de casa, porque nos afecta a todos por igual. No es un problema de voluntad, sino una enfermedad que requiere tratamiento y apoyo”, remarcó.
El programa de los 12 pasos, desarrollado hace 90 años, ha sido implementado en diversas organizaciones de ayuda a personas con adicciones, como Narcóticos Anónimos, Comedores Compulsivos Anónimos y Codependientes Anónimos. En el caso de Alcohólicos Anónimos, se basa en la contención mutua y en el acompañamiento de padrinos o madrinas, miembros con mayor experiencia que guían a los nuevos integrantes en su proceso de recuperación.
“El único requisito para ser parte de la comunidad es querer dejar de beber”, enfatizó Evelyn. “No es necesario estar en una situación extrema para buscar ayuda, porque el alcoholismo no siempre se manifiesta con la imagen típica de una persona en situación de calle. Existen muchas personas funcionales que sufren en silencio, que han intentado dejar el alcohol por su cuenta sin éxito. Para ellas también está nuestra comunidad”.
Evelyn relata su propia experiencia con la enfermedad del alcoholismo. “Intenté dejar de beber muchas veces por mi cuenta. Hacía promesas a mi familia y a mí misma, me convencía de que podría controlar el consumo, pero siempre volvía a caer. La obsesión por beber es parte de la enfermedad. Es una condición que afecta la mente, el cuerpo y el espíritu…Hay mucha gente funcionando, pero tienen una vida de sufrimiento tremenda, por la vergüenza y el estigma… Entonces, encontrarme con iguales, yo los veía reírse, y yo ya llegué con pensamiento suicida, porque el alcoholismo tiene tres destinos y no hay otra: cárcel, hospital y muerte, pero llegas y te prestan ayuda”.
Uno de los aspectos fundamentales de Alcohólicos Anónimos es el reconocimiento de la enfermedad y la aceptación de que no se puede superar solo. “Por eso las reuniones son tan importantes”, indica. “Nos acompañamos y nos damos fortaleza unos a otros. Ver que otras personas han logrado recuperarse es una fuente de esperanza para quienes recién comienzan su proceso. Cuando llegué a la comunidad, lo primero que me di cuenta fue que no estaba sola”.
Grupo de apoyo
Además, en la reunión del jueves estará un grupo de apoyo dirigido a familiares y amigos de personas con problemas de alcoholismo. “Muchas veces, la familia también sufre y no sabe cómo actuar. Por eso, este grupo es una gran alternativa para quienes desean entender mejor esta enfermedad y encontrar apoyo”.
El alcoholismo no sólo afecta a la persona que lo padece, sino también a su entorno. “La enfermedad no sólo me destruyó a mí, sino también dañó a quienes me rodeaban. Mi familia vivió con angustia, con miedo a que algo malo me pasara. En muchos casos, los familiares intentan ayudar, pero sin querer terminan facilitando el consumo. Es difícil aceptar que el mejor camino muchas veces es dejar que la persona toque fondo para que busque ayuda”.
La comunidad de Alcohólicos Anónimos en Punta Arenas ha ido creciendo con el tiempo y hoy ofrece reuniones tanto presenciales como virtuales. “Nos reunimos porque sabemos que solos no podemos. Nos ayudamos unos a otros a mantenernos sobrios, porque sabemos que el alcoholismo no tiene cura, pero sí tiene solución. Hay una alternativa y se puede vivir sin alcohol. Es posible encontrar alegría y paz sin necesidad de anestesiarse con la bebida”, confiesa nuestra entrevistada.
La enfermedad del alcoholismo no discrimina, pero la esperanza tampoco lo hace. Con ayuda, apoyo y compromiso, cualquier persona puede encontrar una salida. Nadie está solo en esta lucha.
Finalmente, Evelyn destacó la importancia de la difusión de estas iniciativas para que más personas puedan conocer la comunidad y acceder a ayuda. “Queremos que quienes estén sufriendo sepan que hay una alternativa, que hay una salida. No importa cuán bajo se haya caído, siempre se puede empezar de nuevo. Sólo por hoy, es posible vivir sin alcohol”.
La invitación está abierta para toda la comunidad interesada en conocer más sobre el programa de recuperación de Alcohólicos Anónimos. Para mayor información, los interesados pueden contactar a la comunidad a través de sus canales oficiales.




