Entre cifras y promesas: Slep Magallanes expone su gestión en medio del malestar por clases no recuperadas
En medio de la controversia por la falta de implementación efectiva de los programas de recuperación de clases tras el paro docente de un mes que afectó a más de 14 mil estudiantes a inicios de 2025, el Servicio Local de Educación Pública (Slep) Magallanes realizó su cuenta pública anual.
El acto se llevó a cabo ayer en la Escuela Bernardo de Bruyne de Río Verde, destacando el rol de los establecimientos rurales en el acceso a la educación. Allí, el director ejecutivo subrogante, Benjamín Agurto León, expuso los principales hitos del primer año de funcionamiento del Slep como sostenedor de la educación pública en la región, tras asumir funciones en enero de 2023.
Cabo recordar que el titular del servicio, Mario García, se encuentra suspendido mientras es objeto de un sumario administrativo en torno al paro docente. Frente a esta situación, optó por entablar una demanda laboral que busca una indemnización por daño moral que se calcula en $1.000 millones.
En tal contexto, ayer el director subrogante debió enfrentar esta cuenta pública. Entre los avances reportados, se mencionaron 657 acciones técnico-pedagógicas, 392 visitas de acompañamiento a escuelas y liceos, y 63 encuentros profesionales para fortalecer redes educativas. También se destacaron mejoras en los resultados del Simce 2023 en 15 establecimientos, tanto en rendimiento académico como en indicadores de desarrollo personal y social.
En infraestructura, se detallaron inversiones y proyectos de mantenimiento, y se valoró la elección del primer Consejo Local de Educación Pública, en un proceso que convocó a más de 10 mil personas.
No obstante, el evento se da en un contexto complejo: la comunidad escolar ha manifestado preocupación por la falta de respuestas claras sobre cómo se compensarán las semanas sin clases, situación que ha vuelto a tensionar la relación entre docentes, apoderados y autoridades del servicio.
La ceremonia también fue una oportunidad para poner en valor el trabajo de la escuela rural anfitriona, que hoy educa a un solo estudiante, pero que representa un esfuerzo por garantizar educación incluso en los sectores más aislados de la región.




