Directora del Centro Subantártico Cabo de Hornos: “Acá nunca había sentido un temblor tan fuerte; el segundo piso se movió muchísimo”

• Geofísico Matías Troncoso dijo que al menos se han registrado siete réplicas.

Durante la reciente emergencia sísmica que activó las alarmas de evacuación en Magallanes, el Centro Subantártico Cabo de Hornos de la Umag, emplazado en Puerto Williams, se transformó rápidamente en un punto de refugio comunitario, prestando apoyo a decenas de personas que debieron desalojar sus hogares.

Francisca Massardo, directora del establecimiento, dijo que la solicitud de abrir las puertas como refugio fue hecha por la municipalidad una vez que se activaron las sirenas y se pidió evacuar a la población. “Nos transformamos en un espacio seguro para la comunidad. Recibimos a niños y niñas del Liceo Donald McIntyre, junto a sus padres y profesores. Hubo momentos muy intensos, pero también buscamos aliviar la tensión. Pusimos películas, los chicos corrían por todas partes”, relató Massardo.

Se estima que el recinto científico albergó al menos a 300 personas, principalmente familias evacuadas desde sectores costeros. El auditorio, con capacidad para 150 personas, se llenó rápidamente, y otros espacios fueron adaptados para recibir a más personas, resguardándolas del frío y la humedad característica de la zona.

El movimiento telúrico se sintió con fuerza en la zona. Aunque no provocó daños estructurales en el centro ni accidentes, generó alarma entre los habitantes. “Yo he vivido muchos temblores en la zona central, pero acá nunca había sentido uno tan fuerte. El segundo piso se movió muchísimo, pero afortunadamente no hubo daños”, acotó la directora.

Francisca Massardo destacó el trabajo coordinado de los distintos organismos locales y la calma con la que la comunidad enfrentó la situación. “Funcionaron todos los protocolos, la gente respondió muy bien. Fue una experiencia intensa, pero muy bien gestionada”, afirmó.

La alerta fue posteriormente rebajada por las autoridades desde orden de evacuación a sólo estado de alerta, lo que permitió a algunas personas regresar a sus hogares, aunque se mantuvo la recomendación de evitar zonas costeras por precaución.

Sismo en Puerto Williams

Matías Troncoso Villar, geofísico del Centro Internacional Cabo de Hornos/Umag, sostuvo que lo que ocurrió fue un fenómeno de subducción, pero distinto al que suele afectar el norte de Chile, donde interactúan la placa de Nazca y la placa Sudamericana. En este caso, el movimiento se originó porque la placa Antártica se introdujo por debajo de la placa de Scotia, la misma sobre la que se asienta Puerto Williams. Este tipo de interacción tectónica es menos frecuente que la que ocurre en la zona central y norte del país, pero es parte del comportamiento natural de la Tierra.

El geofísico agregó que el movimiento telúrico fue de baja frecuencia: se sintió como un sismo largo, de al menos tres minutos, con un aumento progresivo en la intensidad, seguido de una disminución suave. No fue un movimiento violento ni de alta frecuencia como otros sismos que pueden provocar daños estructurales más evidentes. 

Hasta el momento, se han registrado al menos siete réplicas, algunas de magnitud 5 ó 6, aunque en Puerto Williams no se han percibido. Es esperable que las réplicas sean más frecuentes durante las primeras horas y luego vayan disminuyendo. No se puede prever con certeza si ocurrirá otro evento de magnitud similar, ya que la sismología no permite hacer predicciones exactas en ese sentido.

En cuanto a la infraestructura, el científico subrayó que las normas de construcción chilenas son homogéneas a lo largo del país, por lo que, aunque en esta zona los sismos no sean comunes, las edificaciones cumplen con los mismos estándares sísmicos que en el norte.