Semiserio: entre espionajes, el “reino” y los Judas de Larraín
“No somos amigos”; “Lo conocía ‘de oídas’… No tengo una relación de amistad ni personal ni política con él”; “Hoy no tengo relación con él…”.
No, no son citas bíblicas de la negación de Pedro a Jesús en el contexto de la reciente Semana Santa. ¡No!
Pese a ello, los chilenos hemos sido testigos en los últimos días de capítulos más penosos que los relatos de la última cena, el vía crucis y la traición de Jesús. Las negaciones que encabezan este artículo pertenecen a Claudio Orrego (gobernador de la Región Metropolitana), Miguel Crispi (exjefe de asesores del Presi y exsubdere de este gobierno) y al diputado FA Diego Ibáñez, los dos primeros bajo investigación por millonarias transferencias de recursos a ProCultura; el último es quien, suelto de cuerpo, le escribía a Larraín y le decía: “Hoy día me quedo en tu casa”, según relató un extrabajador de ProCultura que dijo que los aludidos eran amigos cercanos y que el parlamentario tenía las llaves de su casa (aunque no falta la gente envidiosa y que hace leña del árbol caído, así como la gente copuchenta y de comentarios malintencionados).
El desmarque
¡Qué desconocida grande le están pegando al pobre Alberto y eso que antes le llamaban “hermano”.
No será la negación de Pedro a Jesús, pero algo de bíblico y profético hay en todo este entramado. Sólo recordar este posteo entre Larraín e Ibáñez, del 15 de septiembre de 2020:
@albertolarrains: “Qué grande @diego_ibanezc citando el evangelio en la radio y el pasaje de la expulsión de los mercaderes del templo. @radiousach”.
@diego_ibanezc: “Te gustó, jaja”.
@alberolarrains: “Sentí lo fecunda de nuestra amistad representada. El humanismo cristiano presente”.
Por ello, es bien feo que, después de tanta fraternidad, Diego Ibáñez hable de Larraín sin mencionar su nombre y se refiera a él como “esa persona” cuando le preguntaron:
– ¿Usted conocía o no conocía a Alberto Larraín?
– “A ver, esto es de público conocimiento. Esa persona era parte de una mesa técnica de salud mental del Congreso, donde participaron muchos parlamentarios: el diputado Boric, la senadora Goic, el diputado Bellolio, y también yo. Todos conocimos a esa persona en las labores propias del Parlamento. Que se hayan establecido cercanías es parte del trabajo que uno desarrolla acá”.
Dieguito, estuviste mal ahí.
¡Qué manga de desagradecidos! ¿Se olvidan que Alberto les prestaba su casa cuando Convergencia Social no tenía sede en Santiago?
Si hasta la ex de Albertito está aprovechando el momento para enlodarlo, como se apreció en la conversación “pinchada” que tuvo el Presi con la psiquiatra Josefina Huneeus. Bueno, ahora no podemos reproducir nada porque la Corte de Apelaciones de Antofagasta declaró ilegal las diligencias intrusivas, conocidas más simplemente como “pinchazos”.
“Lleva el servicio
público en ADN”
Entre tantos correos, escuchas, filtraciones de WhatsApp y declaraciones ante la Fiscalía, se intentó hablar de financiamiento ilegal de la política. En tal contexto, ¿tendrá algo que ver lo dicho por el propio Larraín respecto de los colectivos del Frente Amplio: “Qué llorones que son. Yo he pasado más plata a ese partido (Revolución Democrática) que ustedes y no milito”?. Bueno, luego dijo que posiblemente era una broma. ¡Bueno pa’la talla salió el cabro!
Pero, no todos se han portado mal. Por estos días, alguien recordó un posteo de nuestro alcalde, quien salió en férrea defensa del psiquiatra, sin apuntarlo con el dedo cuando comenzó a desgranarse el chocho, como diría el finado Mendoza:
“Conozco a @albertolarrains. Hombre íntegro que lleva el servicio público en ADN. Transversal. Gran siquiatra que ha trabajado para visibilizar salud mental. Tiene a su haber diferentes obras de recuperación patrimonial en todo Chile en los últimos 15 años. No confundir. Acá hay trayectorias y obras”.
Bien por nuestro alcalde. Lealtad ante todo. Claro, esto habría sido escrito en junio de 2023 y también puede ser una fake news como tantas. Pero, al menos, la respuesta de Larraín es agradecida: “¡Muchas gracias, alcalde. Estamos seguros de tener todo en orden. 14 años nos avalan y muchas comunidades…”.
Como ha corrido mucha agua bajo el puente desde este supuesto intercambio de pareceres, habría que ir ahora a Antofagasta y a otras comunidades para ver si todavía lo avalan.
De “Cardumen” a “Pirañas”
Hoy, todos quieren desmarcarse de Albertito, este ex seminarista que militó en la DC y que, en tal partido, fue uno de los líderes del movimiento juvenil denominado “Cardumen”, algo así como hijitos de papá que comenzaron a seguir los pasos de sus progenitores bajo, claro está, el influjo de la doctrina social de la Iglesia.
Allí estaba él, su hoy su exesposa Josefina y hasta Pía Mundaca, la flamante jefa de campaña de Carolina Tohá. Bien dicen que la clase política en Chile es una sola familia.
¿El lema de dicho lote juvenil? “Creamos Juntos”.
Lo cierto es que la picardía chilena ya rebautizó a este movimiento DC, sentenciando que, luego de todo lo conocido, más que “Cardumen” deben llamarse “Pirañas”. Y su lema bien podría ser: “Robemos Juntos”.
Con aire mesiánico:
entre Napoleón y Koresh
¡Qué buenos para los mandados, los chicos de ProCultura! Una fundación que comenzó editando libros, a poco andar comenzó a hacer rescates patrimoniales, a restaurar fachadas, a pintar murales, a dirigir programas de salud mental y hasta promover los atractivos turísticos de Chilito. Todo eso, de norte a sur, de cordillera a mar. Aunque el valor metro cuadrado estaba un poco alto y los honorarios profesionales eran pingües. ¡Ni que tuvieran a Miguel Angel pintando las murallas y al mismísimo Sigmund Freud atendiendo a los pacientes!
Amigo del Presidente, de ministros, de subsecretarios, de gobernadores, de parlamentarios… Amigo de toda la humanidad. Es que tiene un sentido evangélico de la vida y quiso crear un “reino” para sus amiguitos.
Algunos quieren, no obstante, dejarlo ahora de narciso, infantil, despelotado, ambicioso y otros tantos descalificativos. De ahí el mote de Napoleón de ProCultura. ¡Qué bajeza! Aunque leso no era. Por algo aspiraba a que lo nombraran en la subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, más conocida como Subdere. ¿Razón? “El no quería cualquier ministerio”, aclaró un exfuncionario de ProCultura. “Quería la Subdere por el nivel de presupuesto”. Era que no.
Es que, con recursos, mucho bien se puede hacer y lo cierto es que el hombre siempre se movió con generosidad. Creía simplemente en el “ethos” nuevo al estilo de lo predicado por San Pablo: “y vestíos del nuevo hombre, que ha sido creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad” (Ef. 4:24).
Toda su vida y afanes cruzados por el influjo evangélico. Si hasta un grupo de WhatsApps se llamaba “La Convergencia Cristiana” -algo parecido con Convergencia Social, pero no es más que eso: parecido-. Allí sostuvo sabrosos diálogos con el diputado Ibáñez; el subsecretario del Interior, Víctor Ramos; el encargado de campamentos de la seremi del Minvu de Biobío, Pablo Durán; el exfuncionario de ProCultura, Francisco Fuentes; además de Luis Alfonso Delgado y Mauricio Morán.
En pos de todos -los mismos que hoy le pegan la desconocida-, Albertito se sacrificó totalmente y, cuando comenzaron a recrudecer críticas, no aguantó más y les replicó: “Sólo quiero recordar que tuve que hacer una campaña con Lipton”.
Pese a toda la adversidad, Larraín no se dejó abatir y los tranquilizó: “Nosotros seguimos construyendo nuestro reino. Los recibiremos cuando los exilien”.
Sin embargo, se insiste en cuestionar su perfil psicológico y en eregir una imagen perversa, de un manipulador enfermizo, con desmedida hambre de poder, que fue capaz de atrapar y engañar a pobres almas atribuladas. Algo así como el líder de la secta davidiana, David Koresh, quien reclutó a sus seguidores en el Centro Monte Carmelo, en Waco, a mitad de los 80.
Pero, a diferencia de Koresh, Larraín nunca ha predicado que tiene derecho a tener 140 esposas/os, 60 mujeres u hombres de ‘reinas o reyes’ y 80 ‘concubinas/os’, esto en base a la interpretación del Cantar de los Cantares, libro bíblico adjudicado al rey Salomón.
Y, a diferencia del trágico desenlace del asedio de Waco, Albertito no se sacrificará ni se irá con su gente… El cardumen se espantó y está solito… ¡solito!
Espionaje y los
pelotudos del equipo de
escuchas de Cooper
En medio de todo este intríngulis, ¿cuál es el ‘status quaestionis’ del caso ProCultura? La verdad es que, con tanta filtración y operaciones fallidas, ya nadie sabe cuál es hoy el estado de la cuestión.
Aunque, surgió una aporía no menor y, en esto, un punto aparte se gana el equipo del defenestrado fiscal Cooper. Nos van a perdonar los de la PDI, pero hay que ser bien pelotudo por haber sostenido que no se dieron cuenta que la conversación telefónica que estaban escuchando era entre el Presi y una mujer y no entre éste y Larraín. Bien ganado se tienen el regaño de la corte, cuando acusó que no se pueden “aceptar las explicaciones dadas en la vista del recurso, cuando invocándose el ‘principio de objetividad’, se pretende que el tribunal admita que los agentes policiales a cargo de ejecutar la medida intrusiva decretada tardaron casi dos semanas en ‘advertir’, ‘comprobar’ o ‘darse cuenta’, que el usuario de la línea interceptada no era el ‘imputado Larraín’ sino su excónyuge Josefina Huneeus Lagos”.
No lo dijimos nosotros, lo dijo la corte: “Las explicaciones dadas subestiman la inteligencia, no sólo de los juzgadores, sino de cualquier ciudadano de la República y no pueden, desde luego, validar las actuaciones en referencia”.
¡Fuertes declaraciones!
Si este equipo de astutines hubiera estado en otra época no habríamos tenido el escándalo Watergate, ni el caso de la Red de Espionaje de Duquesne ni el más reciente caso Pegasus.
Mal ahí, Cooper y sus boys. ¡Por suerte en Magallanes no está este prosecutor ni su equipo de espabilados!
El problema es que, si así de mal llevado ha estado el caso ProCultura, probablemente Larraín termine querellándose por injurias y calumnias, así como daño moral. El Gobierno tendría que pagarle otro pasaje a Isla de Pascua, con novio y todo, para resarcirlo en algo por tanto agravio y basureo público.
Pero, las alertas deben encenderse más allá: Cooper también lleva otras indagatorias importantes y, si están en el mismo tenor de la pésima forma en que se ha llevado la investigación de ProCultural, podremos tener temores fundados de que, finalmente, se compre la casa de Allende, se restituya a su hija Isabel en el Senado y que Mayita vuelva a Defensa. También podremos barruntar que se termine por habilitar la clínica de Sierra Bella en Santiago y que el empresario chino siga haciendo lobby a destajo junto a Carito, guagua incluida.
Esto está peor que la película “Desorden en la Corte” de los Tres Chiflados y todo puede pasar en el ‘reino’ de Larraín.




