Exterminio: La evolución – La lección aprendida

Por Guillermo Muñoz Mieres,
periodista

Gran Bretaña, 2025

Director: Danny Boyle

Protagonistas: Alfie Williams, Aaron Taylor-Johnson, Jodie Comer

En cines de Punta Arenas y Natales

Los zombis —o también conocidos como muertos vivientes— ya son parte de la cultura popular, y fue el cine el medio que les dio rostro, poesía y hasta una jerga para describir un estado de ánimo y una forma de caminar.

Si bien la aparición zombi en el cine data de hace más de un siglo, fue el director George Romero, a fines de los 60, quien proyectó esa idea de un mundo apocalíptico, con hordas de muertos vivientes que avanzan a paso lento pero seguro, y un grupo de sobrevivientes que huyen, se esconden y terminan siendo más peligrosos que los propios caminantes.

Ahí está una obra maestra: El amanecer de los zombis (1978), secuela de la fundacional La noche de los muertos vivientes (1968), donde la única explicación que se alcanza a oír es que “ya no queda más espacio en el infierno”, y entonces el único refugio posible termina siendo un mall: con eso, el chiste se contaba solo.

Ese universo se expandió como un virus hacia otras películas, cómics, una serie de televisión que duró casi una década, y un hit musical que se volvió viral antes de que existiera internet: Thriller, con un videoclip donde los zombis bailan junto a Michael Jackson, rematado por la risa inconfundible de Vincent Price.

Exterminio: La evolución está dirigida por Danny Boyle, cineasta inglés conocido por Trainspotting (1996), Quisiera ser millonario (2008) y Yesterday (2019). En esta entrega retoma el universo que inició con Exterminio: 28 días después (2002) y Exterminio: 28 semanas (2007), aquellas películas donde los zombis aprendieron a correr, anticipándose a la pandemia que años después haría realidad lo que parecía solo ciencia ficción.

Ahora, con la lección aprendida, la historia se sitúa 28 años después de los hechos iniciales. Un grupo de sobrevivientes británicos se refugia en una isla que cuidan como fortaleza, conectada al continente únicamente por un camino que se puede cruzar cuando baja la marea. Este es el momento que Jamie aprovecha para cumplir con el rito iniciático de su hijo preadolescente, Spike: cruzar al continente, aprender a matar zombis y volver sano y salvo.

La película está contada mayormente desde el punto de vista de Spike, quien está nervioso por este paso, sobre todo porque debe alejarse de su madre, postrada y retorcida por el dolor de una enfermedad sin diagnóstico. En la isla, la supervivencia obligó a dejarlo todo; los médicos son ahora una especie exiliada al otro lado del mundo.

Boyle retoma este universo con una textura casi documental, con algo de cine experimental, cierto surrealismo en flashbacks que parecen inconexos, y una banda sonora precisa que acompaña este apocalipsis asumido desde el aislamiento.

Exterminio: La evolución es una película menor en la filmografía de Boyle, pero mayor y seria dentro del universo cinematográfico zombi, porque su narración combina —con una cámara nerviosa— el terror y misterio de los bosques con un despliegue de tensa acción.

El subtítulo alude no solo a la evolución de los zombis —reproducción incluida—, sino también a la de Spike, quien descubre que ha crecido en un entorno de silencios y mentiras. La verdadera sabiduría está allá afuera, y por eso debe llegar hasta un médico ermitaño que enciende hogueras para anunciar que aún está vivo.

Exterminio: La evolución es una película de zombis que ha evolucionado, porque ya han pasado casi 20 años desde la última entrega de la saga y, sobre todo, porque el mundo y el cine ya vivieron —en carne propia— la amenaza real de un virus que se propaga a escala global.