Necrológicas
  • – Héctor Jorge Castillo Ortiz

Donando vida partió de este mundo apreciado exconductor del Samu Luciano Gómez Vidal

Jueves 26 de Junio del 2025

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El sábado había cumplido 69 años de edad. Estaba bien de salud. Pero los designios de la vida le tenían deparado a Luciano Gómez Vidal el viaje final.

Había jubilado como conductor de ambulancias del Samu. Y actualmente disfrutaba del merecido descanso en la parcela que adquirió para estos fines.

Ahí estaba el domingo, cuando sufrió un ACV. Y así como fue a buscar a cientos de enfermos en su largo paso por el sistema de emergencia sanitaria, salvando muchas vidas, esta vez le tocó a él. Habrían pasado muchas horas hasta que lo encontraron y trasladaron al Hospital Clínico de Magallanes.

Era donante y el martes los médicos declararon su muerte, luego de la procuración de órganos. “Este fue un tema que lo conversamos más de una vez como familia. Quería ser donante y que lo cremaran. Y ahora, dentro de la pena que tenemos, estamos tranquilos porque cuatro familias van a seguir viviendo gracias a los órganos que él donó”, comentó a La Prensa Austral, Susana Olave Olave, con quien compartió 35 años de matrimonio, naciendo dos hijos: Susana y Luciano.

Lo recuerda como una persona muy meticulosa, sobre todo con su ropa. Leal y comprometido con los suyos y los pacientes. “Hemos recibido muchas muestras de cariño y condolencias de pacientes que se enteraron de su muerte por el diario, destacando su forma humanitaria de ser y hablando muy bien de él”.

Ambos se conocieron a los 26 años de edad, trabajando en el exhospital de calle Angamos. 

Luciano, conocidos por todos los amigos del barrio como “Chano”, trabajó 45 años para el Servicio de Salud. Partió en la lavandería del hospital. Luego lo derivaron al entonces Servicio de Movilización como camillero. Al tercer año era conductor y así se mantuvo hasta la creación del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) de Punta Arenas (el 15 de mayo del año 2001), cuando funcionaban en una dependencia aledaña al Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro Avaria, por calle Condell.

“Hasta siempre
querido C-1”

En el Santuario María Auxiliadora fue este miércoles el responso y la ocasión para que sus excolegas le brindaran el último adiós. 

A nombre de todos ellos tomó la palabra Katherine Mansilla Yáñez, para despedir “a un verdadero amigo”.

“Un compañero en las jornadas más difíciles y en los momentos de esperanza. Fuiste parte esencial del equipo Samu desde sus inicios, donde dejaste huella profunda con tu compromiso, entrega y humildad”.

“Hoy, aunque la tristeza nos embarga, también sentimos gratitud por los momentos que vivimos juntos, por tu risa que aliviaba todas esas jornadas y el cariño que sembraste”.

“Hasta siempre querido C-1”, y de ahí se escucharon las sirenas de la ambulancia en las afueras de la iglesia, antes de partir camino al cementerio municipal.

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