Presidio perpetuo y pena de 12 años recibieron autores del asesinato de Matías Calbún Gotta
La pena que pedía el fiscal Fernando Dobson, de presidio perpetuo simple, le impusieron a Sergio Alexander Hernández Estefó, culpable del asesinato del joven trabajador Matías Ricardo Calbún Gotta.
Fue condenado como autor de un homicidio calificado, con la calificante de “haber procedido con premeditación conocida, cometido en Punta Arenas, el 20 de diciembre de 2023”.
Además fue condenado a 819 días de presidio por cometer el delito de violación de morada violenta. Y recibió una tercera pena, de 301 días, por el delito de daños simples.
Su primo y socio de fechorías, Sebastián Andrés Vera Estefó, deberá cumplir 12 años de cárcel y 183 días de presidio como autor de homicidio simple, en perjuicio de la misma víctima.
El tercer acusado, Alan Daivit Alexander Haro Aros, fue condenado a 61 días por violación de morada violenta. Más 41 días de presidio por daños simples. Y fue absuelto del delito de amenazas no condicionales.
Los dos primeros pagarán con cárcel efectiva sus respectivas penas. Mientras que los jueces del Tribunal Oral, Julio Alvarez Toro, Guillermo Cádiz Vatcky y José Octavio Flores Vásquez, dieron por cumplidas las penas aplicadas a Haro, por los 264 días que se mantuvo preso.
Todo partió en
casa de la abuela
El crimen en contra de Calbún se cometió el 20 de diciembre de 2023. No fue entre personas desconocidas. Víctima y victimarios compartieron la noche previa en una fiesta, en la casa de Alan Haro. En medio de ese encuentro surgió una discusión entre Sergio Hernández con un tal Ivo Garay Pérez. Y Matías Calbún habría hecho lo propio con el dueño de casa, Alan Haro.
De ahí ambos escaparon y horas después volvieron a la casa de Alan premunidos de elementos contundentes y lo lesionaron. Lo mismo buscaban hacer con Sergio Hernández, pero no estaba.
La mañana de ese día, y acompañados de Alan, salieron a buscar a Calbún. Circulaban en auto y fueron directamente a la casa de la abuela de éste, donde ingresaron violentamente, rompiendo la chapa de la reja perimetral y algunos vidrios.
A esas alturas ya se había sumado Sebastián Vera. Y como no lo encontraron siguieron buscando, hasta que lo vieron caminando junto a su amigo Ivo por Martínez de Aldunate al sur.
Los persiguieron a pie. En la huida, Garay Pérez logró esconderse en unos departamentos del sector, mientras Calbún Gotta continuaba corriendo. Logró llegar a un sitio eriazo, pero fue alcanzado por quienes lo perseguían.
Vera Estefó le propinó golpes con el palo en el cuerpo cráneo y rostro; en tanto, Hernández Estefó le infirió múltiples estocadas o puñaladas con el cuchillo. Tras la agresión, los primos se retiraron del lugar en el vehículo en el que se desplazaban.
La víctima quedó gravemente herida. Fueron tantas las lesiones que terminó perdiendo la vida.
Pese a que su a amigo, Garay Pérez, escuchó los gritos de auxilio y trató de socorrerlo, incluso le realizó un torniquete en una pierna en un intento de evitar que se desangrara. Mientras testigos llamaron a Carabineros y al Samu, personal que arribó al lugar y le prestó primeros auxilios a la víctima, pero falleció cuando recibía asistencia médica en el Hospital Clínico de Magallanes.
Para los jueces quedó claro que sólo Hernández Estefó “procedió con premeditación conocida, en dicho designio criminal”. Aun cuando los principales autores “accionaron de una manera inmediata y directa”.
En esta causa actuó en representación de la madre de la víctima fatal, el abogado José Miguel Maldonado Barría, por el Centro de Víctimas, que interpuso una querella criminal.




