354 soldados juraron ante Dios y la Bandera servir fielmente a la Patria

Como cada 9 de julio, este miércoles miles de soldados chilenos Juraron a la Bandera frente a las autoridades, la ciudadanía y sus familiares. Para la vida militar se trata de uno de los momentos de mayor solemnidad de sus carreras, donde los nuevos soldados conscriptos juran ante Dios y su bandera, el servir con fidelidad a su patria y cumplir con los deberes y obligaciones. En Magallanes fueron 634 militares, de los cuales 354 lo hicieron frente a la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero, en Punta Arenas.

El comandante en efe de la V División de Ejército y comandante del Comando Conjunto Austral, general Ricardo Merino González, abrió su locución con los pasajes de historia del combate de La Concepción que se conmemoran este día y que llevaron a consagrar el 9 de julio como el Día de la Bandera Nacional y el solemne acto de su juramento del cual los militares son partícipes.

En Punta Arenas juraron soldados de la Cuarta Brigada Acorazada Chorrillos, el Regimiento Nº10 Pudeto, Regimiento Logístico Nº5 Magallanes y el Batallón de Telecomunicaciones Mecanizado Nº5 Patagonia. Además, juró un oficial de Justicia Militar y suboficiales del Comando Conjunto Austral, jefatura administrativa y logística del Campo Militar Austral y de la Zona de Bienestar Punta Arenas.

Los soldados provienen de aproximadamente 20 comunas de la zona central del país, entre ellas Hualpén, Lebu, Coronel, Coihueco, Bulnes, Cobquecura, Chillán, entre otras.

“El eco de vuestro juramento aún retumba en esta histórica plaza, fundiéndose con el de sus camaradas de otras regiones y ciudades del país”, fueron parte de las palabras del general Merino González, luego del juramento de los soldados. “Este acto representa para ustedes su plena incorporación al Ejército de Chile”, recalcó, sobre la importancia de este acto.

Viajes para un día importante

Beatriz Vásquez se encuentra con los brazos sobre una baranda viendo pasar con emoción las filas de soldados. Ella es oriunda de Coihueco y viajó desde la Región de Ñuble para presenciar el juramento a la bandera de su sobrino que está cumpliendo con su servicio militar. “No lo veíamos hace 3 meses y fue muy emocionante verlo en la entrega de las armas. Estábamos muy emocionados. Nosotros notamos que su cara cambió, le va a hacer bien”, relata.

Damián Armijo fue uno de los soldados que juraron, oriundo de Paine. Para él, es una oportunidad de crecimiento y crecer como profesional: “Hemos entrenado mucho para este momento y ahora ser parte del Ejército es un orgullo”. Similares palabras tuvo Sebastián Pastén, de Quinchamalí, quien busca “cumplir con excelencia las misiones del porvenir”.