Desde caricias hasta reanimaciones: padres pueden acompañar a hijos en Neonatología del Hospital Clínico
Como una forma para que los padres y madres estén cerca de sus hijos, tanto a nivel pediátrico como en neonatal, en el Hospital Clínico de Magallanes se ha avanzado en una apertura completa de las visitas, sin horarios limitados de agenda. El cambio, que implica recibir a los progenitores bajo estándares de la Ley Mila, ya es celebrado por algunos de los padres que acuden hasta la Unidad de Neonatología, que se encuentra conmemorando esta semana su trigésimo segundo aniversario.
La jefa de la Unidad Neonatal, doctora Patricia Amarales Osorio, apunta que la evidencia científica ha demostrado que las caricias de un padre o una madre en la espalda de un niño, como ejemplo de la presencia de los padres con sus hijos, ayudan a tranquilizar a los niños, reducir apnea y mejorar los niveles de frecuencia cardiaca. En esa línea, desde este lunes entró en aplicación los estándares de la Ley Mila, entendida como la ley de acompañamiento parental, permitiendo que padres puedan ingresar juntos entre las 9,30 y las 19,30 horas del día.
La Ley Nº21.372, más conocida como Ley Mila, establece y regula el derecho de niños, niñas y adolescentes (NNA) y personas gestantes en proceso de parto, al acompañamiento desde la hospitalización a la atención ambulatoria.
Uno de los derechos de los NNA es el acompañamiento permanente, incluyendo el horario nocturno. No obstante, esto es algo difícil de conseguir en las unidades de Neonatología, según señala la doctora Amarales. “La ley plantea el alojamiento de los padres con los niños, que es algo que a nosotros en las unidades neonatales en Chile podamos lograr, no hay ninguna, la mayoría están desarrolladas de esta manera como espacios abiertos”, sostiene la doctora.
El avance hacia este modelo en que los padres puedan visitar de manera ininterrumpida a sus bebés en dicha unidad en el horario señalado, es tan positivo para hijos como progenitores. “Antiguamente cuando los padres no estaban presentes, nunca sabían qué le estaban haciendo adentro a sus hijos. Y todavía persiste ese fantasma de que le estén haciendo algo. Hoy, de hecho, incluso en las reanimaciones cuando hay un niño que tiene una emergencia cardiovascular y hay que reanimarlo, hacerle masajes, los papás están presentes. Porque no hay nada que ocultar”, sostuvo la doctora.
Uno de los padres que disfruta de la nueva ampliación horaria es Alex Cancino, sosteniendo a su hija Luciana. Alex relata que a pesar de haberle realizado múltiples ecografías a la madre, durante el parto se enteraron de que su hija nació con síndrome de Down. “Nos enteramos ese día y por ende se tuvo que derivar acá (Neonatología) por unas complicaciones respiratorias”, relata Alex. No ha tenido problemas para ver a su hija desde entonces e incluso han aplicado algunas flexibilidades horarias con su familia.
Inversión en equipamientos
En la última sesión de Consejo Regional se aprobó el financiamiento de reposición de equipos para la UPC Pediátrica y Neonatal del Hospital Clínico de Magallanes. El proyecto contempla la reposición de tres ventiladores no invasivos, seis ventiladores invasivos; 25 bombas de infusión volumétrica; un monitor de apnea; cinco incubadoras; una incubadora de transporte; una lámpara de procedimiento; un equipo de emisión ortoacústica; un equipo de saturometría; dos balanzas digitales con podómetro; un oxímetro ambiental; un ecógrafo; un PH metro con impadianciometría; un manómetro anorrectal y la adquisición de un video larigoscopio; cinco bombas de infusión; cuatro monitores de apnea y un calentados de calostro. En total, son 991.169.000.
La doctora Amarales destaca el impacto que tendrán estos equipos para la unidad, ya que “todas las incubadoras están desde que nos vinimos para acá, del 2010 la mayoría. Tienen 15 años y están con el tiempo cumplido”. En esa línea, releva la importancia de la articulación entre el Servicio de Salud, ministerio y gobierno regional para “mejorar los estándares de la región”.
Banco de Leche
Uno de los proyectos más relevantes que llevan adelante desde Neonatología es el proyecto de Banco de Leche, el cual señala que “probablemente el segundo semestre lo vamos a sacar”. Añadió que estos espacios partieron hacen 5 años en Chile, existiendo primero uno en la Región Metropolitana y posteriormente extendiéndose a regiones. La distancia de Magallanes con las demás regiones del país y especialmente con Santiago, relevan la importancia de contar con un Banco de leche autónomo.
“Nosotros estamos con muy pocas posibilidades, o sea ninguna, de que podamos acceder a esos bancos de leche (del norte de Chile), porque esta leche no se puede andar transportando así fácilmente. Por lo tanto, a pesar de que nosotros tengamos un número de casos muy chico, en términos de número de partos y número de prematuros, necesitamos contar con un banco de leche para mejorar la sobrevida y la calidad de la sobrevida de nuestros prematuros”, sostiene Amarales.
Este banco también permitiría ayudar a muchos otros niños, como aquellos alérgicos a la proteína de la leche de vaca, u otros cuyas madres “se demoran en bajar la leche” o niños hospitalizados en pediatría con poca cantidad de leche. “Se ha visto que es mucho mejor que los niños sean realimentados con leche materna y no darle esos rellenitos de vez en cuando, porque eso aumenta mucho más la probabilidad de alergia”.
La idea de este Banco de Leche es que todas las madres puedan ser donantes. “Cualquier madre que esté amamantando puede venir a donar leche”, grafica. La profesional avizora que lo más probable que el gobierno regional lo tenga que ayudar en financiar este proyecto que no tiene un costo bajo. “También tenemos un problema con que necesitamos personal, que es lo más difícil”, reconoce.




