Familia revela identidad del presunto homicida y llama a la población a colaborar con su captura
Lucas Ulloa Intveen
Vuelos de miles de kilómetros, reuniones con policías y gestiones en el Cementerio Municipal. Así ha sido la triste semana en Punta Arenas de las tres hermanas de Mauricio Alvarado Palma, asesinado a sangre fría este lunes 14 de julio en el condominio Alto Patagonia, quienes viajaron desde Viña del Mar para reclamar el cuerpo de su hermano desde el Servicio Médico Legal y preocuparse porque el asesinato no quede en la impunidad. A pesar de que les confirmaron que el homicida ya estaría identificado con nombre y fotografías, la poca certeza respecto de los avances que tiene la investigación les mantiene en estado de alerta, clamando por justicia.
Siguiendo los pasos de su padre, un funcionario que sirvió por largos años en el Ministerio de Obras Públicas, Mauricio Alvarado hizo carrera como laboratorista vial. “Nosotros somos oriundos de Chillán y por el trabajo de mi papá, ligado profesionalmente al Servicio de Vialidad, por su traslado nos fuimos para allá (Viña del Mar). Ahí llevamos unos 50 años. Mi hermano nació en Quillota y tendría menos de un año cuando nos trasladaron a Viña del Mar”, relatan sus hermanas Julia, Carolina y Eliana Alvarado Palma, quienes fueron contactadas por La Prensa Austral y se acercaron este viernes a nuestras oficinas para relatar su trágica historia familiar.
Mauricio, que el próximo sábado 26 de julio cumpliría 50 años y el menor de los cuatro hermanos, estudió en Viña e hizo muchos amigos en la ciudad del reloj. Mientras su padre trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas, él entró a estudiar a Vialidad. “Conocía a toda la gente y le dieron la oportunidad de aprender. Entró al Laboratorio Regional de Vialidad, de Viña, a aprender gratis, sin sueldo ni nada. Tenía que estar por lo menos un año estudiando para poder postular a sacar su clase C, que es la primera que le entregan. El estuvo tres meses, dio su examen y se la entregaron al tiro. Después sacó B y luego A”, rememoran sus hermanas.
Aterrizó en Punta Arenas allá por 2011, hace 14 años, por trabajo. Y lo hizo en la Constructora Vilicic -de quienes agregan se han portado “un 7” con ellos como familiares- hasta el presente. “Un hombre muy inteligente, buena persona, de muy lindo corazón. Si él tenía que ayudar, lo hacía. No importaba que él se quedara sin nada, pero siempre ayudaba, pendiente de todo. Muy amigo de sus amigos”, recuerdan sus hermanas a días de su asesinato.
En la región fue un activo militante de Convergencia Social, contribuyendo a las campañas como diputado del actual Presidente Gabriel Boric. Dentro de sus aficiones estaba la fotografía y en las marchas y actividades solía manipular drones y capturar registros audiovisuales.
En Punta Arenas, Mauricio mantenía relaciones cercanas con un primo, Julio, quien fue la persona en dar aviso a las tres hermanas la mañana de este lunes 14 de su trágica muerte. Además de las tres, viajó otra prima y una tía, familiares directos de Julio.
“Nadie nos ha llamado”
Desde su llegada a Punta Arenas, las tres hermanas han realizado un trabajo casi “detectivesco” para poder reconstruir el crimen. Se han reunido con el conserje del condominio de prolingación General del Canto a quien su hermano pidió socorro la madrugada del lunes, han tocado las puertas de la Fiscalía y entrevistado con el Departamento OS-9 de Carabineros. Sin embargo, aseguran que todas las diligencias que han realizado desde su llegada han sido por cuenta propia y con ánimo de hacer justicia y llenar los vacíos de información que mantienen respecto del caso. “Fuimos nosotras las que fuimos a Fiscalía, a Carabineros. Nadie nos ha llamado, nadie nos ha dicho nada”, afirman con impotencia.
De este modo comprendieron, como lo ha confirmado Carabineros, de que el asesino sería el conviviente de su hermano. A través de redes sociales han difundido imágenes de él, “Odiveth Lastra Tovar” como se hace llamar en Facebook, bajo el hashtag #JusticiaParaMauricio. A esta conclusión arribaron luego de conversar con un hombre clave en este crimen, el conserje de los departamentos, a quien Mauricio acudió en su lecho de muerte.
“El estaba compartiendo departamento con el tipo que lo mató. Ellos vivían juntos, se estaban conociendo, llevaban como dos meses. El (el conserje) nos entregó mayores antecedentes. Mauricio bajó casi desnudo, solamente con la primera capa de la parte de abajo, desnudo para arriba. Pensamos que estaba durmiendo y lo atacó por la espalda. Él (Mauricio) llegó pidiendo ayuda y lo único que decía fue que llamara a Carabineros, que fue su compañero de departamento y está todavía arriba”, narra una de sus hermanas.
Frente al sangriento escenario, el conserje llamó primero al Samu, intentando salvar su vida. Carabineros, según el relato de los familiares, llegó cuando se estaba yendo la ambulancia en dirección al Hospital Clínico. “Cuando el conserje logró hablar con mi hermano, miró hacia arriba, al departamento y vieron que el tipo salió corriendo y se tiró cerro abajo. Por la parte de atrás de los departamentos, hacia un sitio eriazo existente”, prosiguen con su testimonio.
¿Móvil económico?
Las más de 20 puñaladas que recibió Mauricio hablan de un ensañamiento en la consumación del crimen. No obstante, para la familia hay algo más. “Fue robo y ensañamiento, porque nos dijeron que faltaban cosas en el departamento, faltan especies”, sentencia la familia de Mauricio Alvarado Palma. Ellos recién este viernes consiguieron autorización para entrar al hogar de su hermano, el cual aún deben terminar de limpiar y entregar. Antes habría ingresado su primo Julio y otros amigos de Mauricio, quienes al conocer su hogar, dieron cuenta de que faltaban especies valiosas.
No obstante, pese a todos estos antecedentes, hay más incertidumbres que certezas actualmente para la familia. El cuerpo les fue entregado, no así el informe de autopsia, por lo que aún no puede ser cremado; pidieron reunión con el fiscal Sebastián González, a cargo de la investigación y pese a ser un caso prioritario, “nos dijeron que tenemos que esperar una ó dos semanas a que me cite a audiencia”.
“No tienen consideración que nosotros tenemos que volver a trabajar, que tenemos nuestra vida, nuestras cosas, que dejamos pendientes. Agarramos nuestras cosas y nos vinimos”, sostienen las hermanas. Posterior a la entrevista con este diario, debían realizar trámites para cambiar los pasajes en avión de regreso a Viña del Mar, lo que implica un costo adicional, ante las dilaciones que ha tenido el proceso y especialmente la cremación de su hermano.
Desde la Fiscalía le dieron a conocer a la familia que la orden de detención en contra del presunto homicida ya fue despachada: “Tiene encargo a nivel nacional”.
Cenizas en el estrecho
Mauricio Alvarado era una persona que se había encantado con Magallanes. Se enamoró de la región y estaba feliz viviendo en ella. “El dijo, no, si yo me muero me tienen que enterrar acá. En el cementerio más lindo del mundo”, recuerdan sus hermanas. Su porvenir distaría un poco de los deseos de su hermano, ya que para facilidad en el traslado será cremado y sus cenizas depositadas en el Parque del Mar, ubicado en Concón, donde descansan sus padres. Sin embargo, para hacer honra a su deseo, les gustaría arrojar parte de sus cenizas al estrecho de Magallanes.
“Ojalá en la parte que más le gustaba, por la Costanera. Siempre íbamos ahí y nos tomábamos fotos”, recuerda Eliana sobre las postales junto al monumento “Circunnavegación”, quien vivió con Mauricio en Punta Arenas.
La decisión de dividir sus restos entre el estrecho de Magallanes y Viña del Mar nació en la misma entrevista, ya que tanto sus amigos de infancia de la Región de Valparaíso, como sus redes en Magallanes le han preguntado dónde quedaría. “Muchos de sus amigos nos han preguntado si iba a quedar acá, o si lo íbamos a cremar. Ellos están pendientes del día que nosotros queramos hacer una misa para ir al mismo parque”, cierran sus hermanas.




