Necrológicas
Juez acogió la agravante del ensañamiento y Fiscalía baraja posibilidad de crimen de odio

Colombiano formalizado por crimen de trabajador ingresó clandestinamente a la región por la zona de Monte Aymond

Lunes 21 de Julio del 2025

Compartir esta noticia
1,302
Visitas

Esposado y frente a una sala de audiencia copada en su mayoría por familiares de la víctima Mauricio Alvarado Palma se desarrolló este domingo la formalización de cargos en contra de Odiveth Lastra Tovar, acusado de asesinar a su conviviente el pasado lunes 14 de julio en horas de la madrugada. Los detalles de su fuga y captura, así como las principales teorías que baraja la Fiscalía sobre el móvil y la propia declaración del imputado, fueron vertidas en la audiencia, siendo finalmente formalizado por el delito de homicidio calificado y quedando en prisión preventiva.

Junto al Ministerio Público, representado por el fiscal jefe de Punta Arenas, Sebastián González, se sentó en calidad de víctima una de las hermanas del occiso, Julia Alvarado Palma, quien confirió poder a su abogado José Miguel Maldonado, propocionado por la Unidad de Víctimas de Crímenes Violentos de la Subsecretaría de Seguridad Pública. Del lado izquierdo se ubicó Odiveth Segundo Lastra Tovar, ciudadano colombiano de 29 años, que identificó la residencia del fallecido, en prolongación General del Canto donde se emplaza el condominio Alto Patagonia, como su domicilio.

Sobre Odiveth pesaba una orden de detención que fue materializada el sábado 19 de julio a las 11,15 horas en el sector de Canelo, a unos 70 km de Punta Arenas, camino a Punta Prat, hasta donde llegaron efectivos del OS-9 de Carabineros en base a las diligencias de la investigación. De acuerdo al informe elaborado por la policía, el imputado se encontraba refugiado en una construcción liviana a orillas del mar, en las cercanías del camino público. Al percatarse de la presencia policial, el prófugo se lanzó por una de las ventanas y emprendió una huída, persecución que no se extendió más allá de 100 metros, para ser posteriormente capturado.

Ensañamiento

El fiscal Sebastián González relató que el ataque fatal ocurrió de madrugada luego de una discusión con la víctima, procediendo Odiveth a propinarle “alrededor de 20 puñaladas en diferentes partes del cuerpo, de las cuales al menos nueve fueron recibidas por el afectado en la región de la espalda superior”. Tras la agresión, la víctima logró salir del departamento por sus propios medios y pidió socorro al conserje del condominio. Fue trasladado en ambulancia y falleció en el hospital a las 5,22 horas del lunes 14 de julio, producto de una anemia aguda debido a heridas cortopunzantes y penetrantes recibidas.

Cuando Carabineros hizo ingreso al departamento encontró rastros de sangre y mucho desorden. “Todo el interior y paredes del departamento se encontraban ensangrentados. Sobre un sillón del inmueble había dos cuchillos tipo carniceros, los que estaban llenos de sangre y el interior de un dormitorio, sobre la cama, también lleno de sangre”, narró el persecutor penal.

Durante la audiencia, el abogado defensor, Ramón Bórquez, desestimó la agravante de ensañamiento en la perpetración del homicidio, indicando en su lugar que se trataría de un homicidio simple. La diferencia entre homicidio simple y calificado, radica en factores agravantes en la comisión del delito. El juez Ricardo Herrera acogió lo postulado por el Ministerio Público, siendo formalizado en definitiva por homicidio calificado.

Ingreso ilegal por
Monte Aymond

A través de las declaraciones de testigos, así como del propio imputado que quiso entregar su versión, se estableció que Odiveth, apodado “Odi”, conoció a Mauricio Alvarado a principios de año, luego de haber ingresado de forma clandestino por la zona de Monte Aymond, a unos 190 kilómetros al norte de Punta Arenas. Había trabajado en la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia y pagó a un camionero que lo trasladó hasta la frontera, próximo al paso Integración Austral, donde cruzó a pie por el costado. Caminó tres horas, lo recogió otro camión que lo dejó frente al estrecho de Magallanes. Ahí conoció a Mauricio Alvarado, quien viajaba en dirección a su trabajo en Cerro Sombrero, Tierra del Fuego.

“Mauricio me ayudó a conseguir trabajo en ese lugar, pero al final me fue mal”, narró Odiveth en su declaración a Carabineros. “De forma muy sorpresiva me ofreció la llave de su departamento. A mí me pareció extraño porque nadie presta su departamento así como así. Pese a eso, como no tenía donde llegar, decidí aceptarlo”, continúa el imputado. Dieciocho días más tarde volvió Mauricio de su turno y le permitió al extranjero quedarse en su hogar.

Entre sus antecedentes personales aportados, comentó que nació en Barranquilla, Colombia, y los últimos años se ha movido como mochilero por Latinoamérica, deambulando por Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile. En su país natal dejó pendiente el cumplimiento de una pena judicial, ya que se encontraba con libertad condicional, según dejó en evidencia el fiscal.

Hasta el momento en que cometió el crimen, el autor se desempeñaba descargando camiones en una verdulería ubicada en calle General del Canto. El domingo 13 de julio, antes del consumar el asesinato, las cámaras de seguridad lo captaron trabajando en dicho lugar. Al día siguiente, luego de terminar con la vida de Alvarado, también acudió a la verdulería para trabajar, lugar desde donde emprendió la fuga.

La fuga por las parcelas

A la verdulería llegó alrededor de las 10 horas del lunes 14 de julio para trabajar. Había llamado a su jefe para decirle que “estaba en problemas”, sin entrar en detalles. Se presentó con guantes y al apretar su mano derecha, hizo una mueca de dolor. El jefe lo observó, le preguntó y respondió que se había cortado. No pudo seguir trabajando y lo fueron a dejar “hasta unas parcelas en Capitán Guillermos, hacia arriba”, declaró el dueño de la verdulería.

En el sector de parcelas los policías se entrevistaron con una persona residente del sector, manifestando que Odiveth llegó “el día 14 en horas de la tarde” y que lo trasladó “con fines laborales a un sector rural denominado Punta Prat”. De este modo, se ocultó en dichos parajes donde este sábado se concentró su captura, en el sector Canelo.

¿Crimen de odio?

El fiscal Sebastián González indicó que una de las teorías que barajan es que se trate de un crimen de odio, o un ataque por homofobia, que se sumaría a las agravantes ya acogidas por el magistrado y que permitieron la calificación de homicidio calificado. Aquello en base a las propias declaraciones vertidas por el imputado. En ese sentido, un ataque homofóbico “es una de las teorías que se baraja, necesitamos más antecedentes para poder establecer la concurrencia de esa circunstancia agravante. Por el momento y dado que no ha pasado una semana de los hechos, estamos indagando en ese punto en específico”.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest