“4 Fantásticos, primeros pasos”: Otra vez juntitos los cuatro

Esta es la cuarta adaptación al cine de los personajes creados por Marvel, y tienen el precedente de ser los primeros superhéroes en trabajar como equipo. Por eso, 4 Fantásticos: Primeros pasos se ubica a inicios de los años 60, que es cuando surgieron. Aunque esa década fue bastante dura en la historia de Estados Unidos, aquí apenas se nota, porque todo transcurre en un universo alternativo llamado Tierra-828, que sirve de excusa para liberarse de seguir la línea cronológica de las versiones anteriores.

Este equipo está formado por familiares y amigos que, tras un viaje espacial, sufren alteraciones en su metabolismo que los vuelve algo disfuncionales respecto al resto. Pero, viéndolo del lado positivo, obtienen poderes especiales. Así, el líder del grupo, el Dr. Reed Richards, puede estirarse como chicle; su esposa, la doctora Storm, volverse invisible; su cuñado, volar en llamas; y su amigo, Ben Grimm, saca la peor parte: se cubre de piedra y carga con un apodo que parece salido de un chiste chileno: “La Cosa”.

La película resume este origen en los primeros minutos mediante un breve reportaje documental, que sirve como excusa para ponerse al día e ir “al hueso” del asunto: una amenaza extraterrestre llamada Galactus, especie de estatua gigante cuyo objetivo es destruir planetas. Pero antes de hacerlo, envía a preparar el terreno a una mujer platinada que surfea por el aire y actúa como mensajera —aunque también podría ser una esclava.

El equipo decide enfrentar a Galactus, pero con tan mala suerte que, una vez frente a él, este les hace una oferta que, a su juicio, no pueden rechazar: dejar de destruir a la humanidad a cambio del bebé que lleva en su vientre la doctora Storm.

Este dilema moral le da algo de interés a la historia, ya que implica una decisión que significa sacrificio. En una doble lectura, podría aludir a temas como el aborto o el abandono, ideas que —como la propia Storm— se vuelven invisibles y desaparecen por completo, porque la película asume que no está para complicarse tanto y que es mejor optar por lo sano: ser una película de acción, fantasía y aventuras.

Eso significa enfrentar directamente a Galactus, quien, al parecer, también sufre cambios en su metabolismo, porque se veía más amenazante desde el espacio exterior que una vez en la Tierra, donde se asemeja más a un juego de Lego avanzando por una maqueta de ciudad.

4 Fantásticos: Primeros pasos es una película de superhéroes que entretiene con buenos efectos especiales. Está dirigida por Matt Shakman, quien estuvo a cargo de la interesante miniserie del universo Marvel WandaVision. Pedro Pascal —quien hoy aparece hasta en la sopa— interpreta aquí lo que sería su primer papel protagónico en una película de Hollywood, cumpliendo dignamente junto a Vanessa Kirby. Algo que no puede decirse del resto, porque Antorcha Humana solo prende cuando está en llamas, y La Cosa —o también La Mole— apenas se nota si actúa, porque su personaje es como él mismo: de piedra.

Y sin entrar a discutir si es o no la mejor adaptación de los 4 Fantásticos hecha hasta ahora, a la película le pasa que, como el dilema de entregar al hijo o la presencia de Galactus, lo que prometía se olvida demasiado pronto. Quizás ahora más que nunca se necesitaba algo del poder del Dr. Richards para estirar el relato y no quedar con la sensación de querer salir rápido del trámite.

Lo que pudo haber sido, finalmente se pierde. Y, de recuperarse, tal vez solo sea en una próxima película… o en algún universo alternativo.