Ecuatoriano que abusó sexualmente de niña vulnerada pasará 10 años preso

Por más que dijo desconocer que la niña con la que se involucró sexualmente tenía 12 años de edad, la justicia no le creyó al ciudadano ecuatoriano Josué Anthony Navarro Jiménez y lo sentenció a 10 años de cárcel como autor de un delito de violación impropia.

A petición del abogado defensor, Juan Carlos Rebolledo, lo absolvieron de promover y facilitar la explotación sexual a menor de 18 años y del delito de “inducción al abandono del hogar”, como lo pidió la fiscalía y querellante en el juicio al que fue llevado el acusado.

La víctima de estos hechos es actualmente una adolescente de 15 años. Pero cuando se involucró con el acusado era una niña de 12 años de edad envuelta en dinámica de explotación sexual.

Como dijo la fiscal, “este es un caso de Explotación Sexual Comercial de Niños Niñas Adolescentes”.

El 31 de diciembre del 2022 se eliminó el concepto de prostitución infantil reemplazándolo por el de explotación sexual NNA. 

Esto es cuando los adultos se aprovechan de las especiales circunstancias de menores que provienen de contextos familiares y sociales vulnerables para tener encuentros de tipo sexual bajo una retribución. 

La víctima de este caso es una niña en grave estado de desamparo, por los problemas y carencias intrafamiliares que vivió y que por orden del Tribunal de Familia quedó bajo la tutela de protección del Estado. 

Fue así que comenzó a mantener vínculos con hombres adultos. Uno de ellos fue Josué Navarro. Hay otros que están condenados.

Según la fiscal, esta persona, pese a saber que la niña tenía 12 años de edad, “no cesó en los encuentros sexuales personales con ella a cambio de entregarle dinero u otro tipo de retribuciones”.

También lo acusó de promover y facilitar la explotación sexual de esta niña, por las conversaciones capturadas del teléfono de la víctima y el imputado, “en que este le ofrecía tener encuentros sexuales con otros adultos que eran conocidos de él”. Pero los jueces lo absolvieron de este delito por no darse los preceptos legales.

“La prueba aportada en juicio resulta vaga e imprecisa tanto en cuanto a la incitación como el otorgamiento de los medios necesarios para que la menor realizara la actividad sexual con terceros a cambio de un retribución económica”, señalan en el fallo.

Finalmente fue condenado por uno de los tres delitos que le imputaban, el de violación impropia.

Las pruebas y testimonios fueron suficientes para establecer que mantuvo encuentros sexuales con la entonces niña de 12 años de edad a cambio de una retribución económica. Aun cuando alegó desconocer que era menor de edad.

Recordó la fiscal que la plataforma “Grindr” es conocida por el contenido ilícito tanto por los objetivos como las personas que adhieren a ella, donde se establece comercio de droga y sexual.

Es al adulto al que se le debe exigir verificar y cerciorarse que no está con una niña. No se puede culpar a ella.