Con alegre caravana jardín Caperucita Roja festejó su medio siglo
La mañana del miércoles pasado Punta Arenas amaneció con bocinas, globos de colores y personajes infantiles circulando por sus calles. Se trataba de la caravana organizada por el jardín infantil Caperucita Roja, dependiente de la Junji, que celebró sus 50 años de vida recorriendo parte importante de la ciudad, acompañada por cerca de 50 vehículos con familias, apoderados, educadoras y asistentes, todos dispuestos a compartir la alegría del aniversario con la comunidad.
El punto de partida fue el frontis del establecimiento, en calle Augusto Lutz, población El Pingüino, desde donde la columna avanzó por Independencia, España y la Plaza de Armas, para luego retornar por el mismo circuito. A su paso, vecinos saludaban y fotografiaban la singular comitiva, encabezada por funcionarias del jardín y padres con banderas y lienzos.
“Este año para nosotros es tremendamente especial, cumplimos 50 años de existencia, lo que marca una trayectoria muy importante, sobre todo porque somos el jardín más antiguo de la región. Como gran celebración hemos desarrollado distintas actividades y una de ellas es esta caravana, para mostrarnos a la comunidad, demostrar nuestra alegría y festejar junto a quienes nos han acompañado durante todos estos años”, explicó Johanna Navarrete Vergara, directora del recinto, quien recordó que durante el año también se han realizado encuentros con exfuncionarios y exalumnos, además de actividades pedagógicas abiertas a la comunidad.
Actualmente, este jardín cuenta con capacidad para 200 párvulos y un equipo de 40 funcionarios, que trabaja en niveles que van desde lactantes menores hasta medio mayor. La matrícula está abierta durante todo el año, y la directora aprovechó la ocasión para invitar a las familias a acercarse. “Tenemos vacantes disponibles y aquí los vamos a recibir con los brazos abiertos, para que sean parte de nuestra comunidad educativa”, indicó.
Para Nelson Morales, presidente del Centro de Padres y Apoderados, la celebración es también una oportunidad para visibilizar la labor diaria del jardín. “Es una actividad que reúne no solamente a los apoderados, sino que también es de carácter informativo y visible para toda la comunidad, para que vean las actividades que realizamos. Son 50 años de historia y aún más por delante. Invito a las familias a confiar en el proceso educativo, aquí hay profesionales comprometidos con el desarrollo y la educación de los niños. Es una formación que en la casa no se puede replicar, porque acá se vive en convivencia y comunidad”, comentó.
Morales agregó que, como apoderado, ha visto cambios significativos en su hijo. “Uno no deja de sorprenderse de los avances que experimentan los niños. Es increíble la metodología que ocupan las ‘tías’ al momento de enseñar, y eso realmente se nota. Estoy muy agradecido”, afirmó.




