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Algo más sobre Ágata Gligo Viel

Domingo 12 de Octubre del 2025

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Hace un tiempo emprendimos la tarea de revisar la bibliografía de la escritora Ágata Gligo Viel (Punta Arenas, 1936-Santiago 1997) y nos encontramos con tres libros publicados, crónicas literarias en el diario “La Época” y la revista “Mensaje”, conjuntamente con algunos cuentos incluidos en antologías.

“María Luisa” (1984) fue su primer libro, es la biografía de María Luisa Bombal, el mejor trabajo sobre “La Bombal” que conocemos hasta la fecha. Ágata Gligo hurgó en documentos, recorrió lugares, revisó correspondencia, entrevistó testigos para reconstituir una vida trágica, tratando, a la vez, de llegar a aquellos episodios mantenidos en las sombras. “María Luisa” obtuvo el Premio Municipal de Santiago 1985, el Premio Academia de la Academia Chilena de la Lengua y el Premio María Luisa Bombal de Viña del Mar 1984.

“Mi pobre tercer deseo” (1990) es una novela icónica en la historia de la Literatura Chilena. Sitúa a Gligo en el punto más alto de la narrativa de su tiempo, en el ojo del huracán de la llamada “Nueva narrativa chilena”. Además, ya se empezaba a leer a Isabel Allende y Luis Sepúlveda. En la novela, Karla es una mujer adulta que retorna a la Tierra del Fuego chilena, donde vivió su niñez y parte de su juventud. Ese retorno es el detonante para revisar su vida y algo más.

“Diario de una Pasajera” (1997) es su texto póstumo, un diario con pinceladas de ficción escrito a instancias de José Donoso cuando la autora supo de la enfermedad que la llevaría a la muerte prematura. Donoso le dedicó “El mocho”, su última y póstuma novela a Gligo, quien fuera su alumna en su recordado Taller Literario, del cual formaron parte también renombrados escritores, sin embargo, al momento de destacar alguna o alguno, Donoso no titubea: Ágata Gligo; la más talentosa, la mejor escritora. “Diario de una pasajera” es la relación del camino recorrido por una escritora, en medio de la batalla contra la enfermedad. Obtuvo el Premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile 1997.

Ágata Gligo fue hija de padre croata y madre italiana y tuvo tres hermanos: María Eugenia, Nicolo y Eugenio. Su infancia y juventud transcurrieron entre Punta Arenas, Porvenir y la estancia “María Eugenia” en Tierra del Fuego. Casada con Luis Brahm Menge, tuvo dos hijos. En 1962 se recibió de Abogada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, su memoria “La Tasa de Gamboa” (premiada en Chile y Argentina) refiere a Martín Ruiz de Gamboa, gobernador del Reino de Chile (1580-1583) quien dictó ordenanzas en cuanto a mejorar las condiciones de trabajo y pago a los indígenas las que, terminado su periodo, se dejaron sin efecto. Una vez titulada trabajó en el Ministerio de Vivienda. En 1990 asume como la primera directora de la División de Cultura del Ministerio de Educación, siendo una de las impulsoras del Fondart y la Ley del Libro.

Estimamos que Ágata Gligo es una figura de tono mayor en la literatura chilena, sitial ganado con trabajo, seriedad, profesionalismo, una labor en ocasiones silenciosa, pausada, metódica. Nada de estridencias, poses ni aspavientos, nada de eso, por ningún motivo; daba la impresión que su objetivo era hacer bien las cosas eludiendo cualquier afán de protagonismo y la competencia despiadada entre pares. 

En el plano literario sólo publicó tres libros, suficiente con ello: el mexicano Juan Rulfo editó tres textos de narrativa: “Pedro Páramo”, “El llano en llamas” y “El gallo de oro”; sólo le bastaron los dos primeros para convertirse en celebridad universal. “La Bombal”, biografiada de Ágata Gligo publicó un par de cuentos y las novelas “La última Niebla” y “La amortajada” (los entendidos califican “La amortajada” como la precursora del realismo mágico e influencia directa en “Pedro Páramo”).

La obra de Ágata Gligo se ha ido perdiendo en el tiempo y ya no se encuentra en librerías, a veces pasan esas cosas con los buenos escritores. Bien valdría la pena su rescate, una re edición de su obra completa que contribuya a su conocimiento por parte de un segmento lector más amplio (desde estas páginas es fácil decirlo, pero tampoco es algo imposible).

NOTA: en 1984, con motivo de un Encuentro de Escritores realizado en Santiago, tuve la oportunidad de conversar con Ágata Gligo. Era una persona de trato afable y cordial, muy distinguida y sencilla, con ese “Don de Gente” tan escaso en estos tiempos; fue un agrado y un honor haberla conocido. 

Fuentes de apoyo:

https://revistasantiago.cl/literatura/los-miedos-de-pepe-donoso/ 

https://profesionalescroatas.cl/agata-gligo-viel/

Obras de Ágata Gligo

“María Luisa”; Ed. Andrés Bello, 1984.

“Mi pobre tercer deseo”; Ed. Planeta, 1990.

“Diario de una pasajera; Ed. Alfaguara, 1997.

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