Necrológicas

Autos abandonados y la recuperación de los espacios públicos

Por La Prensa Austral Martes 14 de Octubre del 2025

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La presencia de vehículos abandonados en las calles de Punta Arenas se ha convertido, desde hace años, en una forma silenciosa de deterioro urbano. No sólo afean los barrios, sino que representan un riesgo sanitario, un foco de inseguridad y una señal de desidia que erosiona el sentido de pertenencia de los vecinos. Que la Municipalidad haya identificado 700 vehículos en abandono y deba solicitar fondos a la subsecretaría de Prevención del Delito para retirarlos, revela la magnitud del problema y la urgencia de enfrentarlo de manera sistemática.

Detrás de cada automóvil oxidado o desmantelado hay una historia de abandono, pero también de falta de control. Muchos son restos de talleres informales que operan sin patente, ocupando bienes públicos como si fueran extensiones de su negocio. Otros son vehículos que sus dueños dejaron a su suerte, convirtiéndose en microbasurales o refugios improvisados. En todos los casos, el costo de la recuperación recae finalmente en el municipio y, por tanto, en la comunidad.

El plan anunciado por la dirección de Seguridad Pública y la dirección de Rentas -que contempla fiscalizaciones, sanciones y un catastro de talleres ilegales- es un paso necesario. Ordenar la ciudad no se logra sólo con limpiar sus calles, sino también con recuperar la autoridad sobre el espacio común. Cada vereda, cada plaza y cada calle son bienes compartidos y su uso indebido afecta el derecho de todos a una ciudad segura y habitable.

Pero este esfuerzo debe ir más allá del retiro puntual de chatarra. Se requiere una estrategia permanente de fiscalización y educación cívica, que combine sanción y acompañamiento. Formalizar los talleres mecánicos, por ejemplo, no sólo es cuestión de aplicar multas: también implica ofrecer vías reales de regularización, capacitación y apoyo para quienes quieran cumplir con la ley.

El alcalde Claudio Radonich ha señalado que “no se puede seguir usando la vía pública como taller o depósito de chatarra”. Tiene razón. Pero esa afirmación debe traducirse en una política sostenida, con recursos suficientes, personal constante y colaboración de los vecinos. La denuncia ciudadana, la transparencia del proceso y el seguimiento a los casos son claves para evitar que, una vez despejada la calle, el ciclo del abandono vuelva a comenzar.

Pero, la clave de este asunto y de la solución del problema radica en entender que recuperar Punta Arenas no depende sólo del municipio. Es una tarea colectiva, donde cabe educar y sancionar oportuna y persistentemente a todos aquellos que no entiendan que se debe respetar y cuidar el espacio común.

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