Magallanes da un salto necesario en información ambiental
La presentación de la primera Línea de Base Pública de Magallanes representa un avance que debió ocurrir mucho antes. Lo que comenzó como una idea en 2022 y se concretó mediante licitación en 2023, finalmente ofrece una plataforma científica robusta para conocer con precisión el estado del medioambiente y la biodiversidad regional. Con más de tres millones de hectáreas analizadas y un registro de más de 317.500 organismos pertenecientes a 928 especies, la iniciativa de la Universidad de Magallanes se consolida como un recurso invaluable para planificadores, empresas y ciudadanía.
El valor del proyecto radica en el conocimiento acumulado durante décadas: colecciones, publicaciones, investigaciones y patrimonio científico local. Como destacó el rector José Maripani, mientras multinacionales gastan millones de dólares en estudios similares, la región cuenta con información consolidada que permite generar datos sólidos a un costo significativamente menor. Este capital científico no solo refuerza la autonomía técnica de Magallanes, sino que establece un piso mínimo de información capaz de reducir la incertidumbre en la toma de decisiones sobre proyectos de desarrollo, incluidos los relacionados con hidrógeno verde, amoniaco o minería.
No obstante, es imposible pasar por alto que disponer de esta línea de base antes de invitar a empresas y consorcios a presentar sus proyectos hubiera sido fundamental. La ausencia de un instrumento público y consolidado implicó que muchas evaluaciones iniciales se realizaran sobre información parcial, aumentando el riesgo de impactos ambientales inadvertidos. Contar con estos datos desde el inicio habría permitido contrastar de manera efectiva los estudios de los desarrolladores con evidencia científica, fortaleciendo la planificación territorial y la protección del patrimonio natural de la región.
El alcance del estudio es integral: ecosistemas marinos y terrestres, humedales, turberas, áreas protegidas, vibraciones, ruido, visibilidad y calidad atmosférica. Entre los hallazgos destacan la diversidad de hongos y líquenes, la presencia de carnívoros nativos como pumas y quique, y la detección de especies invasoras en zonas marinas. Estos resultados subrayan la urgencia de mantener un monitoreo constante y una gestión ambiental basada en evidencia.
Hoy, la Línea de Base Pública se constituye en una herramienta estratégica que permite a la región enfrentar de manera informada la llegada de grandes proyectos. Magallanes no sólo avanza en infraestructura y desarrollo económico, sino que finalmente cuenta con conocimiento que garantiza que este progreso sea responsable, sostenible y respetuoso con su extraordinario patrimonio natural.




