La economía solidaria como respuesta real a la desigualdad
En tiempos donde la inflación y el costo de la vida golpean con más fuerza a las familias, especialmente a quienes sostienen hogares en situación de vulnerabilidad o cumplen labores de cuidado, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) ha decidido volver a las raíces de su misión: fortalecer las redes comunitarias y promover soluciones concretas frente a las desigualdades estructurales.
La reciente inauguración del Ecomercado de Punta Arenas y el lanzamiento de la plataforma digital “Juntos Más Barato” pueden ser valorados como ejemplos de innovación social con sentido, donde la solidaridad y la eficiencia se encuentran para generar un impacto tangible en la calidad de vida de las personas.
El Ecomercado funciona como un banco público de alimentos que rescata productos en buen estado -frutas, verduras, abarrotes o artículos básicos- que por razones de logística o presentación serían descartados. Gracias a convenios con empresas y proveedores, estos alimentos se redistribuyen a más de 350 familias vulnerables de Punta Arenas, evitando el desperdicio y garantizando un ahorro mensual estimado entre 40 y 50 mil pesos por hogar. En una región donde los precios de los alimentos son notoriamente más altos que en el resto del país, esta iniciativa adquiere un valor doble: ambiental y social.
Por su parte, “Juntos Más Barato” propone un modelo de cooperación que contrasta con la lógica individualista del consumo actual. A través de compras colectivas, las familias pueden acceder a productos básicos con descuentos de hasta un 30%, pero lo más relevante es el propósito que encierra: fomentar la organización comunitaria y la creación de redes de apoyo mutuo. Como bien señaló el director nacional del Fosis, Nicolás Navarrete, el ahorro es importante, pero más aún lo es el sentido comunitario que se quiere fomentar.
En una época en que los discursos sobre solidaridad suelen quedarse en el plano retórico, el Fosis está demostrando que las políticas públicas pueden tener rostro humano y, al mismo tiempo, operar con una mirada estratégica. Recuperar la intervención territorial en todas las provincias de Magallanes y fortalecer el trabajo con grupos de cuidadoras -mujeres que históricamente han sostenido el tejido social desde el anonimato- es un paso necesario hacia un Estado más cercano y eficiente.
Ejemplos como la agrupación “Las Luchadoras Incansables”, nacida al alero de programas del Fosis, muestran que el emprendimiento puede ser una herramienta de emancipación y autoestima cuando se inserta en un proceso de acompañamiento y formación. Estas experiencias reafirman que la pobreza no se combate solo con transferencias monetarias, sino con redes, vínculos y oportunidades reales de autonomía.
El desafío que queda por delante es sostener estas iniciativas en el tiempo, blindarlas de los vaivenes políticos y ampliarlas. Si el Estado logra consolidar esta nueva lógica donde lo social no es asistencialismo, sino construcción de comunidad, estaremos más cerca de un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible.




