Juan Pablo Sáez: la historia del barbero magallánico que se hizo viral y atiende clientes de todo el mundo

Formado en Punta Arenas, Juan Pablo Sáez impulsó el método del visagismo en redes sociales hasta transformarlo en un fenómeno seguido por millones. Hoy atiende clientes en la capital, tiene una academia donde forma barberos y un podcast con invitados especiales.

La historia se repitió después en Santiago. Clientes que viajaron desde otros países -y otros que recorrieron miles de kilómetros dentro de Chile- solo para sentarse frente a Juan Pablo Sáez para que le corte el pelo. Conocían su trabajo gracias a TikTok e Instagram.

Radicado en la capital desde marzo de 2024, Sáez es hoy uno de los nombres más comentados en el mundo de la barbería masculina. Su trabajo se viralizó en redes sociales, su agenda se llenó por meses y la demanda terminó por obligarlo a cerrar su local en Punta Arenas. “Fue algo buscado, pero hasta el día de hoy siento que hay un poco de síndrome del impostor, como que no creo lo que pasa”, confiesa.

Pese a las cifras y al reconocimiento, “Sáez Barber” insiste en que el éxito no lo exime de una presión constante: la de no fallar. “Si la gente viaja tantos kilómetros, no es solamente para verse bien, sino porque quiere sentirse de una manera distinta, más seguro, más confiado. Y ahí la responsabilidad es enorme”, sostiene el profesional.

Criarse en Punta Arenas: fútbol y disciplina

Aunque nació en Santiago en 1996, Juan Pablo Sáez se reconoce como magallánico. Llegó de muy pequeño a Punta Arenas -primero a los dos años, luego de manera definitiva a los siete- y allí vivió prácticamente toda su vida. 

Su familia es oriunda de Fitz Roy: su padre, su abuelo y él comparten el nombre Juan Sáez; su abuelo, “Willy” Sáez, fue una figura central en su infancia. “Yo me crié con mi abuelo, entonces a él igual lo extraño mucho”, dice.

Estudió la enseñanza básica en la Escuela República de Croacia y la media en el Insuco, donde egresó de secretariado. Pero lo que más recuerda de esos años no fue el aula, sino la cancha. Jugó fútbol en el Club Victoria, en Sokol y en el 18 de Septiembre, y entrenó con Mario Anticevic, un nombre ampliamente reconocido en el fútbol formativo local. “Él me enseñó lo que es la disciplina, la vocación, la pasión. Entrenaba de manera gratuita, arrendaba las canchas y nos inculcó ese valor”, recuerda.

Según dice, esa lógica de exigencia y método fue una base que lo acompaña siempre. “El fútbol te forma la cabeza”, resume. A los 16 años volvió a Santiago con el objetivo de ser futbolista profesional. Jugó como cadete en Cobresal, permaneció un año y medio y luego regresó al sur. Más tarde ingresó a la Universidad de Magallanes para estudiar Administración de Empresas, carrera que no terminó. El camino, todavía, no estaba claro.

Pandemia, bicicleta y cortes a domicilio

Sin trabajo estable y con la necesidad de generar ingresos, Sáez empezó a cortar el pelo casi por intuición. “Partí cortándome el pelo yo solo porque nunca me cortaban como esperaba”, cuenta. Pronto, y con la llegada de la pandemia, comenzó a ofrecer el servicio a domicilio, desplazándose en bicicleta por Punta Arenas, casa por casa.

Sus primeros clientes fueron los niños. A través del grupo de Facebook “Una Mañana en Familia”, las recomendaciones comenzaron a multiplicarse. “Me hice viral ahí, las mamás siempre decían ‘alguien que corte el pelo a niños’, y todas me recomendaban”, recuerda entre risas. Adaptó su servicio: jugaba con ellos, los hacía reír, trabajó incluso con niños con Tea. Entendió que el problema no era sólo el corte, sino la experiencia.

Cortando el pelo comenzó a comprender que las frustraciones con las barberías tradicionales eran muy comunes.  “Yo empecé a entender por qué había estos problemas”, explica. Según él, muchas veces los peluqueros atienden “en piloto automático” sin querer entender lo que la persona en la silla realmente necesita para verse y sentirse bien.

En paralelo, trabajó en la Zona Franca y en distintos rubros vinculados a la venta. “Siempre me gustó vender”, admite. Leyó sobre persuasión, neurociencia y comportamiento. Con esos conocimientos pensó en fusionar sus pasiones para expandirse profesionalmente.

El visagismo y la viralidad que cambió todo

“Todos me decían que se cortaban el pelo y quedaban mal, que no les gustaba”, relata Sáez. Buscando respuestas, llegó al visagismo: una técnica que ajusta el corte según el rostro. Pero fue más allá. “Yo le sumo ajustarlo a tu personalidad, a tu esencia, haciendo que el corte de pelo te guste al 100%”, explica.

Se formó como iniciante en Punta Arenas en “Corte y Estilo”, luego hizo cursos con “American Crew” y, en 2023, estudió visagismo de manera remota durante un año, al mismo tiempo que comenzaba a crear contenido en redes sociales. Ese mismo año empezó a subir videos a sus cuentas de TikTok e Instagram, mostrando cortes realizados en Punta Arenas bajo esta metodología.

La respuesta fue inmediata. Los registros exhibían transformaciones profundas: clientes que, tras el corte, parecían personas distintas. En los videos, Sáez explicaba el tipo de rostro, las decisiones técnicas y el porqué de cada cambio. Los likes y comentarios comenzaron a llegar desde distintos países. Hoy suma más de 1,3 millones de seguidores en Instagram y 2,3 millones en TikTok.

La viralidad no fue azarosa. “Fue un salto buscado, investigué, probé contenidos hasta que encontré los que funcionaban”, dice. Sin embargo, el impacto lo sobrepasó: “todavía no creo la magnitud”, insiste. La agenda se llenó por completo en Punta Arenas. Personas viajaban sin hora, solo para intentar atenderse.

Migrar a Santiago 

La decisión de mudarse a la capital fue conversada. Junto a su pareja, Karina Cárcamo -asesora de imagen, también magallánica- evaluaron el escenario. “La gente viajaba hasta Punta Arenas, y viajar a Punta Arenas no es económico”, recuerda. En marzo de 2024 se instalaron en Santiago.

Hoy trabaja de manera independiente, en un estudio privado cuya ubicación mantiene en reserva. Ofrece asesorías presenciales y online. Además, creó su propia academia para difundir el método Visagismo SB con otros barberos y recientemente lanzó un podcast.

Cada asesoría dura cerca de una hora y media e incluye un diagnóstico completo y un dossier personalizado. Durante el proceso, Saéz afirma que el cliente no se ve a sí mismo hasta el final: el giro de la silla es parte del ritual.

Aunque el presente esté en la capital, el extremo sur sigue marcando su identidad. “Extraño todo de Punta Arenas: el aire, la frescura, la amabilidad de la gente, el viento”, enumera. Extraña el choripán del Kiosko Roca, el milcao, la tortilla de papa, el campo y los asados. El mate lo acompaña a todas partes y se ha vuelto parte de su marca personal. “Magallanes no se va”, resume.

La academia y el podcast: enseñar y conversar

La expansión del trabajo de Juan Pablo Sáez no se quedó únicamente en la atención personalizada a público. Con el crecimiento de su metodología, surgió también la necesidad de transmitirla. Así nació la Academia Visagista SB, un programa formativo selectivo orientado a barberos que buscan dar un salto profesional. “Es como ir a una universidad prácticamente,”, explica. 

La academia funciona con cupos limitados -unos diez barberos por ciclo-, dura entre cuatro y cinco meses, contempla evaluaciones y una certificación que debe renovarse anualmente. Ha formado a distintos barberos de alrededor del mundo.

En paralelo decidió explorar con el popular formato de los podcasts. Así nació “Y Este Fue El Resultado”, llamado así en honor a la frase ícono con la que cierra sus videos de transformación. 

El concepto es simple y poco habitual: conversar mientras corta el pelo. “Un podcast cortando el pelo no se había visto”, afirma. Los invitados no responden a una lógica de fama, sino de admiración personal, dice. Han pasado por sus videos influencers como Tomás Leiva (del podcast Tomás Va A Morir), Heinz Wuth (chef responsable del éxito de Ciencia y Cocina) y cantantes como Gino Mella y Matt Hunter.