Augusto Caucamán el astro de las cinco estrellas
El 24 de julio de este año Augusto Cristino Caucamán habría cumplido 94 años. Falleció a la edad de 70 años, dejando una huella imborable en el deporte magallánico. Un pedalero que hasta el día de hoy, nadie ha podido igualar, al conseguir cinco títulos consecutivos de campeón de Magallanes en pista, entre los años 1954 y 1958.
A 67 años de su hazaña, dos de sus hijos, Alba Maritza y Augusto Mauricio Caucamán Rojel, recordaron el récord que marcó su padre en los anales del ciclismo regional, cuyo primer triunfo lo anotó en 1954 a los 23 años de edad.
Augusto Cristino Caucamán fue integrante de la Fuerza Aérea de Chile y culminó su brillante trayectoria en el ciclismo, siempre ligado a su deporte favorito, ejerciendo el cargo de presidente de la Asociación de Ciclismo de Punta Arenas.
A continuación reproducimos una entrevista a Caucamán realizada por el periodista Alfredo Mellado, publicada a finales de los ’70 en este diario:
“Yo vivía en el barrio San Miguel. Allá en la calle Paraguaya. Me gustaba el ciclismo y, la verdad es que pasaba arriba de la bicicleta” (prestada).
Un día, un vecino a quien yo identificaba como “el liebre” Bahamóndez, me preguntó que por qué no iba a correr al estadio”.
“Yo le respondo que me gustaba correr, pero que no tenía bicicleta. Entonces, él me presentó a don Mario Kasic: don Mario presidía el Club Bories. Me inscribieron en el Bories. Me prestaron una bicicleta de carrera, y ahí comenzó mi trayectoria en el ciclismo oficial. Yo tenía veinte años”.
He aquí la historia -hermosa- del joven magallánico Augusto Caucamán que se formó a la vera de un club hoy desaparecido (el Bories), y que llenó toda una década en el ciclismo regional.
Augusto fue campeón de Magallanes en 5 temporadas consecutivas.
Un récord que aún no ha sido igualado, ni imitado.
Campeón los años 1954, 55, 56, 57 y 1958, hasta que cayó batido por el empuje de otro grande del ciclismo austral: Adolfo Ulloa.
Caucamán, nació en 1931.
Cuando en las pistas magallánicas brillaba otro grande: “Maneco Martínez”, el bravo pedalero del Español.
Epoca de oro
Augusto Caucamán brilló cuando en Punta Arenas, bullía el ciclismo con un entusiasmo tal que las jornadas pedaleras se cumplían durante todo un día, con la asistencia de más de 150 pedaleros semanalmente”.
Decía Caucamán que en esos tiempos de oro, había que apretarse. Y que costaba llegar arriba. Y más aún, mantenerse arriba.
“Yo entrenaba intensamente, Usted no me va dar crédito, pero en mi apogeo, cuando era campeón yo entrenaba todos los días desde las 5 de la mañana hasta las 7 y media. Corría 50 kilómetros diarios y para ello contaba con cinco bicicletas propias. Dos ruteras y 3 pisteras. Y vaya que había que esforzarse, porque ocurre que ese entrenamiento también lo hacía normalmente el resto de los ciclistas de la época, ya que resultaba algo normal hacerlo”.
Galería de Honor
“Yo siempre aprendí ser alguien en el ciclismo, y en esa época pienso que lo logré. Yo repasaba el historial del pedal magallánico y cuando recordaba las hazañas de Clemente Kusanovic, quien fue el primer campeón de Magallanes, de Maneco Martínez, las proezas de Tránsito Oyarzún, de Teófilo Oyarzún, de Antonio Masle y del mismo Federico Alvarado que fue contemporáneo mío, pensaba que yo también, tendría que llegar a ser alguien y me esforcé en conseguirlo”.
Tenía 24 años
“Cuando gané mi primer campeonato, yo tenía 24 años. Mis rivales fueron Federico Alvarado, Sergio Ojeda, Juan Mansilla, Carlos Cortez, todos verdaderas lumbreras del ciclismo. Recuerdo que fui al Nacional de Curicó y en esos años, me tuve que batir con Hernán Massanés, que venía llegando de los Panamericanos.
“Massanés me ganó en velocidad por media rueda, luego de que hice cuatro semifinales para llegar a la final, y Massanés, por ser campeón, simplemente esperaba a sus rivales. Sin necesidad de eliminatorias previas”.
Un recuerdo
“Ese año -recuerdo- cuando hicieron la selección local, confeccionaron un programa de 5 pruebas básicas para designar a tres pedaleros: contra reloj, velocidad, 30 mil metros, mil metros lanzados y 10 mil metros. Y no lo digo con jactancia, sino que con orgullo: esa vez, gané las 5 pruebas en el mismo día y varias de ellas, con récord. Recuerdo, además, que en tres temporadas, gané 320 carreras que fueron las mismas 320 carreras en las que me inscribí y programaron en esos tres años. Lo digo hoy con orgullo, porque constituyen mi historial, y me satisfacción personal”.
Me ganó mi alumno
“Cuando se disputó el campeonato de la temporada 1958-59, yo tenía a mi haber los 5 últimos títulos, y por lo tanto, estaba convertido con justa razón en el favorito. Pero, ese año, febrero de 1959, apareció en escena Adolfo Ulloa y me ganó el campeonato. Era mi alumno, de manera que yo estaba feliz que hubiese ganado; tenía que demostrar que era superior a su “maestro” y Adolfo lo logró con creces. Yo me retiré ese mismo año”.
“Eran los tiempos de Ernesto Ursic, de Santiago Filipic, de René Yáñez, los tiempos de Manuel Orellana, José Miguel Bahamóndez, Humberto Paredes; los tiempos de dirigentes grandes como Mateo Kasic, Alejandro Díaz, Manuel Silva, Luis Alfredo Céspedes, Ignacio González, Garafulic, etc, etc”.
En el momento oportuno
“Pienso que me retiré oportunamente, y feliz de haber dejado un excelente precedente como deportista. Ingresé por esos años a la Aviación, y hoy estoy retirado a mis cuarteles de invierno, con mis 30 años de servicios entregados a esa institución, de la que guardo grandes y gratos recuerdos. Estuve un año en Santiago, pero he regresado ya definitivamente a mi tierra y aquí estoy feliz. Y muy satisfecho”.
Augusto Caucamán es padre de 3 hijos: Augusto de 24 años, Alba Maritza de 20 y Amelia de 16 años. Casado con Alba Rogel, el cinco veces campeón de Magallanes, no deja de hacer recuerdos de su carrera como deportista. Lamenta mucho también ser testigo de la ausencia de actividad pedalera en Punta Arenas.
Y no comprende cómo es posible que no haya campeonatos de Magallanes desde 1978 en adelante.
Nunca ha dejado de estar alejado del ciclismo y sabiendo de la existencia de un velódromo pavimentado, emite también su opinión en torno a ese velódromo. “No sé quien hizo “eso”, pero el que lo hizo se equivocó en todo” -dice con nostalgia- .
¿Qué puede hacer
ahora la Asociación?
“Creo que se podría incentivar la actividad pedalera en los barrios, hacer competencias tipo ‘Coca Cola’ como en nuestros tiempos, y motivar a los amantes al ciclismo para reactivar este deporte. El ciclismo no puede mor ir en Punta Arenas. Alguien debe hacer algo”.
Caucamán insiste en que alguien debe hacer algo para salvar al ciclismo, pero ¿quién es ese alguien?
Según Caucamán, la actual directiva del ciclismo tiene mucho que ver en esto, y para comenzar con algo, se podría organizar competencias en los barrios. Un velódromo tiene que ser un velódromo, no parecer un velódromo. Bien liso, con buen peralte. Este no tiene peralte, para sacar velocidad, se necesita peralte alto. Es una lástima. Verdaderamente una lástima”. “Arreglarlo? Pienso que el remedio sería más caro que la enfermedad. Arreglar “eso” saldrá más caro que lo que se invirtió en su construcción”.
Caucamán, amante de por vida del ciclismo, insiste y sugiere competencias masivas en los barrios, y llevar poco a poco, ese entusiasmo hasta el velódromo.
El ciclismo austral comenzó con sus campeonatos de Magallanes allá por los años 1927 y 1928, hace ya 98 años, y se disputó en forma ininterrumpida hasta 1974 y 1978. En homenaje, entonces, a los Antonio Masle, Maneco Martínez, Oyarzún, Kusanovic, González, Aliro Alarcón, Mansilla, López, Díaz (Agustín), Alvarado (Federico), Ojeda (Sergio), Yáñez, Ulloa, Caucamán, Kasic, Filipic, Orellana, Bahamonde, Paredes, Lanza y Borguenson que fue el último de los campeones, el campeonato de Magallanes de ciclismo en pista no debe morir. No evitarlo, es enterrar ilustres nombres que prestigiaron al pedal de Punta Arenas. Y aunque pertenezcan a generaciones ya pasadas, las actuales simbolizadas en sus dirigentes, no deben permitir que mañana, las futuras generaciones pregunten con indisimulado malestar ¿Qué pasó con nuestro ciclismo?
Este homenaje a Caucamán, debe ser también la fuerza vigente para hacer renacer a este deporte tan popular en Punta Arenas, y que, desgraciadamente tiende a desaparecer.
“Alguien debe hacer algo”, concluye el reportaje de la época.




