Corte confirma condena contra biólogo por violación en la Antártica: deberá cumplir 300 días de cárcel

En un fallo histórico por tratarse del primer caso de condena por violación ocurrido en territorio antártico chileno, la Corte de Apelaciones de Punta Arenas confirmó la sentencia contra el biólogo Jorge Gallardo Cerda, por el delito consumado de violación en contra de una científica de nacionalidad francesa. Tras el rechazo de los recursos de nulidad interpuestos por la defensa, la sentencia quedó “a firme”, lo que dará paso en los próximos días a una orden de detención para que el imputado cumpla de manera efectiva los 300 días de cárcel a los que fuera condenado.

La fiscal Wendoline Acuña, quien lideró la investigación, destacó que el proceso fue “bastante complejo” debido a que la denuncia se realizó al menos cuatro años después de ocurrido el hecho. Esta demora impidió la realización de exámenes físicos o ginecológicos inmediatos a la víctima. Sin embargo, el Ministerio Público logró formar la convicción del tribunal mediante otros medios probatorios.

“Afortunadamente, los otros elementos probatorios que rendimos durante el desarrollo del juicio, adicionales a un examen físico, que fueron de orden psiquiátrico, psicológico, testimoniales, imágenes fotográficas, permitieron al tribunal formar la convicción de que efectivamente ocurrió el delito en territorio antártico chileno”, explicó la fiscal Wendoline Acuña, lo que permitió la condena, reconociendo la “media prescripción”, que guarda relación con el tiempo transcurrido entre el delito y la formalización.

La defensa de Gallardo Cerda intentó previamente recurrir ante la Corte Suprema, pero sus argumentaciones fueron desechadas, remitiendo el caso a la Corte de Apelaciones de Punta Arenas que finalmente este lunes confirmó el fallo condenatorio contra el biólogo. En lo medular, el abogado alegaba la existencia de “un error de derecho en el proceso de calificación jurídica de los hechos”.

El fiscal regional de Magallanes, Cristián Crisosto, expresó su conformidad con la decisión judicial, subrayando que la investigación enfrentó desafíos excepcionales desde su inicio, no sólo por la naturaleza del delito, sino por lo apartado e inhóspito del lugar donde ocurrieron los hechos y la consecuente dificultad para obtener pruebas.

En cuanto a la pena de 300 días de prisión efectiva que se arribó, la fiscal Acuña dijo que esta cifra se debe a la aplicación de la “media prescripción”, medida que reduce la sanción cuando el tiempo transcurrido entre el delito y la formalización supera la mitad del plazo de prescripción total. “El Código establece que cuando se formaliza un hecho y ha transcurrido más de la mitad del tiempo para que prescriba, tiene el imputado el equivalente a dos o tres circunstancias atenuantes, por eso el tribunal puede rebajar en esa cantidad la sanción”, sostuvo Acuña.

Por su parte, el fiscal Crisosto reconoció que si bien “quizás es discutible la pena concreta”, para la institución lo fundamental es haber obtenido la sentencia condenatoria en un escenario tan adverso.

Actualmente, sólo resta que el tribunal remita el “cúmplase” al Juzgado de Garantía correspondiente para que se despache la respectiva orden de detención, asegurando así el cumplimiento de la pena de cárcel efectiva por parte del condenado.