Necrológicas

Kast y los desafíos del Mar Austral

Por La Prensa Austral Domingo 28 de Diciembre del 2025

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El próximo gobierno asumirá frente a uno de los frentes estratégicos menos visibles, pero más decisivos para Chile: el Mar Austral y la proyección antártica. No es solo una discusión técnica; implica definiciones diplomáticas, jurídicas y geopolíticas que condicionarán la posición del país en las próximas décadas. Como advierte el académico Jorge Guzmán en una columna que hoy publicamos en El Magallanes, José Antonio Kast recibirá una agenda abierta de tareas inconclusas que configuran “complejísimos desafíos” heredados del periodo anterior.

El primero será enfrentar el Procedimiento de Conciliación iniciado por Argentina en 2023. Chile deberá designar representantes y un equipo de expertos para sostener su posición ante la Comisión prevista en el Tratado de Paz y Amistad. Si no hay acuerdo, el caso podría escalar a arbitraje. Se trata de un diferendo de mediano plazo que exige conducción política, continuidad técnica y una diplomacia con sentido estratégico.

En paralelo, el nuevo gobierno deberá completar los estudios geocientíficos de la plataforma continental magallánico-antártica, fundamentales para demostrar la continuidad geológica entre el extremo austral y la Antártica Chilena. Esa evidencia fortalece la defensa de la soberanía frente a reinterpretaciones externas del tratado de 1984 y ordena la doctrina jurídica del Estado para el siglo XXI.

Otro frente crítico será revisar la delimitación del Parque Marino Paso Drake-Cabo de Hornos, cuya proyección de plataforma se detiene a pocas millas del Punto F del tratado. Esta inconsistencia no es solo cartográfica: puede generar vacíos regulatorios y favorecer operaciones de terceros actores en un espacio marítimo estratégico para Chile.

A ello se suma el seguimiento de la implementación del Tratado de Alta Mar, resguardando que su aplicación no derive en procesos de internacionalización encubierta de áreas vinculadas a la proyección antártica. La reserva ingresada por Chile es un resguardo inicial, pero la política polar requiere monitoreo permanente, coordinación interministerial y capacidad para anticipar movimientos de Estados y organizaciones con intereses crecientes en el sur.

Un punto especialmente sensible será la aplicación efectiva del Estatuto Antártico. La falta de reglamentos clave ha dificultado actividades turísticas y pesqueras nacionales, favoreciendo en los hechos a operadores extranjeros. Auditar, activar y ordenar este marco normativo no es un ejercicio administrativo: es presencia estatal en un territorio donde la ocupación efectiva pesa tanto como la diplomacia.

El escenario demográfico añade urgencia: menos de 10 mil chilenos viven hoy al sur del estrecho de Magallanes, mientras Argentina mantiene una presencia humana muy superior en el mismo espacio ampliado. En un contexto global donde los pasos marítimos, los recursos pesqueros y la bioprospección ganan centralidad, reducir la mirada al cambio climático y la conservación ambiental -como advierte Guzmán- resulta insuficiente y estratégicamente limitado.

Kast no parte de cero, pero tampoco puede seguir administrando la inercia. El desafío es definir si su gobierno asumirá una doctrina austral-antártica moderna, con liderazgo político, inversión pública, presencia territorial y diplomacia robusta. El Mar Austral no es un territorio simbólico. Es el lugar donde Chile se juega, silenciosamente, una parte decisiva de su futuro.

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