Obra teatral “Cosmoandina” une las visiones de pueblos ancestrales de Tarapacá y Magallanes
El sábado se realizó el estreno de la obra “Cosmoandina”, de la compañía iquiqueña La Pacha Teatro, en el espacio Zur Vértice, donde además de presenciar la historia de Sisa Trinidad Mollo Mamani, el público pudo compartir experiencias con los realizadores y poder ver de cerca los telares, otro de los “protagonistas” de esta puesta en escena. Una experiencia que desean replicar en la función de esta tarde, a las 19 horas, con entrada liberada, en el Centro Cultural “Claudio Paredes Chamorro”, con la que se despedirán de la región austral.
Es primera vez que llegan a esta zona, gracias a la gira nacional, que los ha llevado por distintas comunas del país. La productora Eunice Ruiz agradeció la recepción que han tenido con los magallánicos y su interés por conocer aspectos de la cultura aymara.
“Estamos terminando la gira, proyecto financiado por el Ministerio de las Culturas, en la línea de Circulación Nacional. Empezamos en junio, en la comuna de Alto Hospicio, y de ahí fuimos a María Elena, en Antofagasta; en Santiago hicimos cinco funciones. Después fuimos a Puerto Montt y ahora estas dos funciones en Punta Arenas. Regresamos la próxima semana, a cerrar la gira en el Teatro Municipal de Iquique, que fue reinaugurado después de 18 años de restructuración, que se realizará en el marco del Día del Teatro Tarapaqueño”, resumió Ruiz.
Alcance nacional
Consultada sobre la posibilidad de llegar desde tan lejos con esta obra, la productora explicó que “buscamos tener el mayor alcance nacional, es decir, tener presentaciones en distintas regiones representativas del país en donde hubiera comunidad indígena. Así tuvimos una conexión con los chicos del espacio Zur Vértice, que nos abrieron las puertas para poder venir, al igual que la gente del Centro Cultural”.
De esta forma, la comunidad magallánica podrá tener un acercamiento a una cultura tan lejana, representada en la vida de Sisa Trinidad Mollo Mamani, una mujer aymara “que a lo largo de su historia, desde que es criada por sus abuelos en el altiplano tarapaqueño hasta que se convierte en una mujer, y cuenta toda la relación que existe entre los aymara y la tierra, la flora, fauna, costumbres, mitologías. Esta es una narración oral, un monólogo que interpreta Marisol Salgado, donde uno se acerca un poquito más a entender esta cosmovisión. Después de la obra, tenemos un conversatorio, porque estamos viajando con Eva Mamani, una importante cultura de la lengua aymara, oriunda de Cariquima, en la comuna de Colchane, que ha tenido un trabajo de revitalización de la lengua durante varios años y levantar trabajos de identidad con respecto a relatos, historias, mitos y canciones. Nosotros decimos una experiencia, porque primero entra por el oído, tanto con el relato como la musicalización de Hueo Sanhueza, uno de los fundadores de la Banda Conmoción, tarapaqueño. Y también por la visualización, porque la obra tiene una instalación en que los elementos de la escenografía representan la flora de la zona, todo tejido y teñido por mujeres aymaras, con lana de alpaca. También compartimos yerbas del altiplano, para que la gente pueda saborear y tener una experiencia inmersiva basada en los sentidos”, describió.
Interés y respeto del
publico magallánico
En su primera función, la compañía valoró mucho el interés y respeto de los espectadores, lo que también esperan para hoy, sobre todo porque a través de este relato se unen experiencias comunes con pueblos originarios del país y la lucha por reconocer su identidad: “Hay un dolor transversal que habita en las comunidades, y hemos podido hablar de esto sin tapujos, reconociéndonos. Lo que más he escuchado es ‘yo no sabía nada de los aymara, qué importante poder conocerlos’”, hemos tenido públicos diversos, muy interesados en conocer más”, concluyó Eunice Ruiz.




