Arreglos en edificio consistorial de Bories y Avenida Colón deberán seguir esperando
El edificio ubicado en la esquina de calle Bories y Avenida Colón fue uno de los más afectados por las manifestaciones registradas a partir de octubre del año pasado.
Los rayados y destrozos que se pueden advertir en su estructura es uno de los temas pendientes que tiene el municipio, considerando que a futuro se estima albergará a algunos servicios de la entidad edilicia.
Al respecto, el alcalde Claudio Radonich señaló que los recursos que estaban destinados para llevar adelante la habilitación fueron destinados a las ayudas sociales que ha debido atender el municipio con motivo de la pandemia, debiendo postergar el proyecto que apunta a permitir la instalación de espacios para servicios municipales.
Agregó que tras sufrir los primeros rayados el edificio fue sometido a trabajos de pintura, pero que después nuevamente siguió siendo blanco de actos vandálicos. “Tenemos un plan un poquito más integral para todo ese sector del centro, que estamos llevando adelante y que en el caso del edificio consistorial esperamos poder concretarlo a la brevedad. Veremos qué pasa con los fondos regionales, de manera de poder iniciar el proyecto el próximo año”, señaló el jefe comunal.
Sobre el mismo tema, el concejal Alejandro Soler ha insistido en la necesidad de iniciar obras de pintura del primer piso del edificio “porque se ubica en uno de los principales centros cívicos y de mayor tránsito de vecinos en Punta Arenas. Por eso es necesario aplicar una capa de pintura, algo económico entendiendo el problema que hay en materia de recursos”.
Agregó que en el presupuesto municipal 2020 se consideraron $70 millones para el diseño y $500 millones para ejecutar obras, recursos que finalmente terminaron siendo parte de las ayudas sociales que ha venido realizando el municipio durante la emergencia sanitaria.
El llamado edificio consistorial fue recuperado por el municipio en 2019, después que durante 15 años fuera arrendado por la extinta Tienda Johnson. Fue en agosto de 2004 cuando la administración del entonces alcalde Juan Morano arrendó el inmueble, el que 10 años después fue parte de un litigio que llegó a tribunales por el atraso en el pago de arriendo por parte de la compañía.