La pobreza multidimensional
Hace sólo unos días se conmemoró el primer año del denominado estallido social y se hizo en medio de un cuadro pandémico.
Las movilizaciones sociales son valoradas en cuanto la gente, conciente de que el poder radica en la ciudadanía, salió a las calles para exponer las demandas sociales desoídas por los gobiernos de turno y la clase política, al menos, desde la restitución de la vida democrática en Chile.
Pero, en tal contexto, también se produjeron situaciones que provocaron un fuerte desmedro para cientos de comerciantes y pequeños emprendedores, quienes vieron saqueados y/o destruidos sus negocios y fuentes laborales. El detrimento económico fue real y, cuando se vislumbraba algún grado de recuperación, sobrevino el coronavirus.
En Magallanes, la población, las organizaciones públicas y privadas y las empresas de todo tamaño han tenido que hacer frente a las medidas restrictivas y a dos cuarentenas, la primera de cinco semanas y la segunda en plena vigencia, que ya supera los dos meses.
Más allá del impacto sanitario, han sido significativos los efectos socioeconómicos de este largo periodo en que ha primado el confinamiento social, la paralización de actividades productivas y de servicios. El aumento del desempleo y el retiro de personas de la fuerza de trabajo han evidenciado el impacto negativo de esta pandemia.
En tal contexto, es lógico vaticinar que la pobreza aumentará luego de esta crisis y, sobre todo, la que se denomina pobreza multidimensional, pues también las familias de menores ingresos se han visto afectadas en ámbitos como la salud, la educación, la vivienda, entre otros.
Además, aquellas personas que conforman la denominada clase media tienen, con esta pandemia, más probabilidades de caer a los niveles de pobreza.
Por ello es importante que se vayan estableciendo lineamientos ciertos para la reactivación del crecimiento económico y una focalización adecuada de las políticas sectoriales de apoyo, que coordine todos los instrumentos, garantice ciertos ingresos mínimos, contemple transferencias directas condicionadas a ciertas acciones y que también tenga incentivos para que la gente trabaje.