Necrológicas

El título “de verdad” que logró Liceo en 1993

Martes 27 de Octubre del 2020

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Se consagró campeón en cancha a costa de Cordenap en dramático epílogo. Fue un “play off” con morbo, pues la “patrulla juvenil” liceana se había adjudicado la corona el año anterior sin jugar porque el mismo cuadro enapino declinó presentarse a la final.

En los primeros compases de la década del ’90 el básquetbol puntarenense fue testigo de la irrupción de un juvenil cuadro de Liceo que paulatinamente fue ganando protagonismo a punta de buen nivel e irreverencia deportiva frente a clubes más avezados.

Bajo la dirección técnica de Mario Díaz Abad, entrenador y formador de varias generaciones, el cuadro estudiantil marcó una época con varios jugadores que fueron destacando a punta de talento y grandes actuaciones, ganándose un sitial destacado en el baloncesto federado adulto.

Una muestra es el esperado título que los liceanos consiguieron la temporada 1993, cuando derrotaron a Cordenap por 78-74 en el segundo partido del “play off” por la corona.

“El triunfo liceano impidió la realización de un tercer encuentro”, comentaba La Prensa Austral, explicando que la “patrulla juvenil” también había ganado el primer partido, “ratificando que es el mejor equipo de la temporada, aunque en los últimos minutos debió sufrir por la reacción de Cordenap, que estuvo a punto de volcar el marcador”.

LICEO MEJOR

“El primer tiempo fue para Liceo por 32-20 y se vislumbraba como seguro ganador ante un descoordinado Cordenap, que estaba desorientado en la cancha y en la banca, con imprecisiones en la conversión. En contrapartida, Liceo se veía contundente en ofensiva, aunque sin deslumbrar, sino que más bien supo aprovechar los errores del rival”, apuntaba nuestro diario.

“A comienzos del segundo tiempo, Liceo quedó arriba 43 a 22 y ya se escuchaba el grito de campeón. Sin embargo, y tal como aconteció en el primer ‘play off’, Cordenap reaccionó gracias a varios triples de Méndez, Plastic y Ñonquepán. Las cifras se fueron acortando, los liceanos comenzaron a ponerse muy nerviosos y volvió la incertidumbre para saber cuál sería el vencedor”.

El cierre del partido fue dramático ya que “faltando 14 segundos para el término, Liceo estaba arriba sólo por dos puntos (76-74), pero dos lanzamientos libres pusieron la distancia suficiente para que los hinchas liceanos respiraran tranquilos y llegara el triunfo definitivo por 78-74 y con ello el título”.

UN CAMPEON
“DE VERDAD”

Según consignaba La Prensa Austral, “ahora sí que Liceo es un campeón de verdad, porque ganó en cancha, fue el mejor durante todo el año y con ello borró lo ocurrido la temporada pasada, donde alcanzó la corona sin jugar al no presentarse su rival, el mismo de este año (1993)”.

El texto hacía alusión al polémico capítulo ocurrido en 1992 debido a una supuesta intoxicación (por monóxido de carbono emanado de los calentadores en camarines) de jugadores liceanos durante la final y que llevó a una reprogramación que fue tajantemente rechazada por el cuadro “enapino”.

Continuando con el análisis del segundo partido del “play off” 1993, LPA resaltaba que “Cordenap fue un gran adversario, pero le faltó un cuerpo técnico más experimentado, además que la ausencia de Damianovic fue importante, pero los dirigentes optaron por mantener la disciplina en el plantel, marginando al jugador que había tenido en el partido anterior problemas con el entrenador, a pesar que significaba disminuir sus posibilidades de triunfo”.

NORMALIDAD

En la nota se destacó el clima de corrección deportiva entre ambos elencos, “dejando de lado situaciones de rivalidad extrema entre estos dos rivales y que se arrastraban desde la temporada pasada”.

“Fue, en definitiva, un buen término para un campeonato que tuvo altibajos y no logró prender en el aficionado como era de esperar, reflejándose en el hecho que el gimnasio no se llenó como en otras finales (se registraron 870 personas controladas), sin embargo, a pesar que no hubo un gran despliegue de técnica de los protagonistas, su entrega y amor propio le dieron el realce que se merecía esta final”.

“En suma -concluía la nota- Liceo fue un justo campeón y Cordenap un destacable subcampeón, los dos grandes animadores de la temporada 1993”.

LOS PUNTOS

Liceo (78): Claudio Levet 19; Patricio Silva 21; Manfred Marnell 5; Carlos Naranjo 9; Mauricio Cárdenas 18; Walter Bitterlich 6. DT: Mario Díaz.

Cordenap (74): Claudio Soto 10; Walter Ñonquepán 14; Víctor Méndez 17; Juan Carlos Würth 6; Jorge Plastic 9; Cristián Bernet 4; Jorge Vallejos 14; Manuel Ulloa 0; Carlos Vera 0. DT: Mario Urbina.

Arbitros: Jaime Haro y Hugo Villegas.

TECNICO FELIZ

Tras el partido, el técnico Mario Díaz expresaba su felicidad por el premio a muchos años de esfuerzos, con un semillero que poco a poco fue brindando frutos.

“Esto es excelente para nosotros. Perdimos la calma en cierto momento porque los chicos se pusieron un poquito nerviosos, pero creo que al final somos un digno campeón”, enfatizaba el entrenador liceano, elogiando también a Cordenap, que “fue un digno rival y también se la jugó”.

Patricio Silva fue el basquetbolista más avezado del plantel: “Llevo ocho años en Liceo y soy el jugador más antiguo. Por eso es una satisfacción enorme. Trabajamos durante todo el año y a lo mejor suena un poquito soberbio, pero creo que el título es justo”.

Claudio Levet resaltaba que “gracias a Dios y al empeño que pusimos nos hemos quedado con el título por primera vez, porque esta es la primera vez que lo ganamos en cancha”.

Carlos Naranjo se confesaba emocionado: “Por fin hemos conseguido el triunfo que buscamos durante varios años. Es mi primer título jugando en cancha y me siento orgulloso. Realmente me siento un campeón”.

A su turno, Mauricio Cárdenas subrayaba que “esto lo planificamos en marzo y sabía que por campaña no se nos podía ir este título”.

¿Y las dedicatorias?… Por supuesto, “para los hinchas del club, la directiva, el equipo y todos los amigos del básquetbol”.