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Calidad de los pavimentos de nuestras rutas camineras

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 16 de Noviembre del 2020

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Desde un tiempo a esta parte, el Estado de Chile y, en particular la Región de Magallanes, ha hecho un enorme esfuerzo, en mejorar el estándar de nuestra red vial caminera. Esto comenzó allá por el año 1996, cuando fruto del esfuerzo y visión compartida del nivel central del Ministerio de Obras Públicas con el nivel regional del gobierno regional de la época que lideraba el ex intendente Ricardo Salles y su Consejo Regional, se estableció el Primer Convenio de Programación (se sumaban aportes del Ministerio y del FNDR), para pavimentar definitivamente, la Ruta 9, entre las ciudades de Punta Arenas y Puerto Natales.

Esencialmente, fue la empresa Ingeniería Civil Vicente, la que pavimentó la casi totalidad de la ruta (vía licitación pública obviamente), con resultados excepcionales, que hoy día, en la Ruta más transitada de la Patagonia, donde fluye gran parte de la carga y los pasajeros entre los dos principales centros poblados, no presentan grandes problemas de deterioro. Se podría decir, que hubo una buena ejecución y una adecuada inspección, con lo que el esfuerzo fiscal (plata de todos los chilenos) fue respondido con adecuada calidad, acorde a la millonaria inversión, lo que sigue otorgando serviciabilidad a quienes circulan por ella.

A fines de los 90 y comienzos de los 2000, se comenzó a trabajar en la pavimentación de la ruta a Monte Aymond y también en los primeros kilómetros dentro de la isla de Tierra del Fuego (a la cual sólo se le habían extraído sus riquezas por décadas y no se le había efectuado grandes inversiones). Hasta aquí todo iba bien.

Pero, lo halagüeño de las inversiones y del mejoramiento del estándar de los años ya referidos, abruptamente, por razones que aún busco, y que a pocos les ha interesado, comenzamos a tener nuevas pavimentaciones de caminos, los que claramente no comenzaron a tener la calidad de los ya referidos.

Se pavimentó, lo que los magallánicos y puntarenenses conocíamos como el Camino Viejo a Río Seco. Mucho nos alegraba tener el viejo y sinuoso camino, con carpeta de rodado pavimentada con hormigón, lo que sería, una buena cosa para los habitantes del sector de Barranco Amarillo, Pampa Alegre y Río Seco. Pero a poco andar, cuando aún el pavimento no cumplía los 5 años de su entrega, comenzaron a aparecer los desgastes prematuros de su carpeta, lo que al día de hoy, permanece y se agrava, poniendo en riesgo una millonaria inversión por parte del Estado. Qué pasó acá ¿? “Mezcla pobre” ¿? Inspección fiscal distraída ¿? Asesorías de inspección ausentes ¿?.

Pero esto no fue un hecho aislado. El maravilloso camino costero a Fuerte Bulnes (nuestro centro fundacional e histórico) que fue entregado el año 2013 (es decir aún no completa los 10 años de vida) presenta graves problemas de ejecución entre los kilómetros 32 y 44. Para decirlo en “chumango”, entre la bajada Poduje y casi el final de la recta de Agua Fresca. Una seguidilla de deterioros, losas casi completas deterioradas, desintegradas y lo peor, parches ejecutados por la Dirección de Vialidad para intentar subsanar esto, peores que la enfermedad. Que pasó aquí ¿? Nuevamente distraídos o mirando para el lado. O quizás innovando alguna nueva técnica.

Y para no pensar que esto sólo ha ocurrido en el entorno de Punta Arenas, el nuevo camino que une Cerro Castillo con Puerto Natales, no podía quedar fuera. El tramo (que lo he recorrido menos) entre la misma localidad de Cerro Castillo y laguna Figueroa presenta los mismos síntomas que los caminos ya referidos.

Y, por último, el camino al Cerro Mirador o Club Andino, comienza a presentar preliminares problemas de desgaste, fisuras y un cuánto hay de patologías del hormigón. Dicho camino que aún no tiene 5 años de vida, ya presenta en la parte alta, problemas que de no remediarse serán grandes inversiones que nuevamente deberá desembolsar el Estado. De las garantías de las obras ¿? De seguro ya están vencidas. Si se lo hemos dicho al Mop, sí, se lo hemos dicho en espacios oficiales. No se oye padre.

Como extraño a los viejos de la antigua Cormag o de las provinciales de Vialidad y las antiguas empresas, que con menos recursos y menos tecnología, todavía nos enseñan a hacer camino.