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“Quitada” de droga rodeó baleo que tiene a contador aún en estado grave

Domingo 22 de Noviembre del 2020

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– Ayer fueron enviados a la cárcel a cumplir prisión preventiva Valeska Segovia Ojeda y Miguel Ángel Raniele Aguilar. La Corte de Apelaciones deberá resolver la situación Luis Alberto Villarroel Villarroel

Una “quitada de droga” habría sido la detonante del baleo que dejó en grave estado a una persona, en un domicilio de prolongación Manuel Aguilar Nº 01885, el pasado 20 de octubre.

La detención de tres personas por parte de efectivos de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones permitió dar luces de lo sucedido esa noche.

Estos fueron formalizados ayer por tres delitos: homicidio frustrado, robo con intimidación y disparos injustificados; y fueron identificados como Valeska Andrea Segovia Ojeda, Miguel Angel Raniele Aguilar y Luis Alberto Villarroel Villarroel. Estos últimos registran varias condenas, por robo con fuerza, tráfico de drogas, receptación, entre otras.

Baleo

Los antecedentes expuestos en la audiencia de formalización de cargos, por parte de los fiscales Manuel Soto y Fernando Dobson, revelan que todo partió con una “quitada de droga” anterior que sufrió Gabriel Ruiz Segovia, en el mes de septiembre, según declaró el mismo a la PDI.

Junto a sus primos, Andrés y Víctor Segovia Monsalve, tienen un negocio de cultivo y venta de marihuana, en la casa que arrienda Gabriel desde mayo, en prolongación Manuel Aguilar, ocupando una de las habitaciones del inmueble.

A comienzos de septiembre, un día al regresar a casa Ruiz fue alertado por los vecinos de dos personas en moto que lo buscaban y, al ingresar, estaban al interior. Uno tenía un cuchillo en sus manos. Y el otro un lunar en la cara, algo que le quedó grabado.

En esa ocasión, lo arrojaron al suelo, amarraron de pies y manos y le taparon la cara con un polerón, mientras le preguntaban por la droga y el dinero.

Le sustrajeron una decena de plantas de marihuana y un millón y medio de pesos en dinero efectivo.

Nunca hizo la denuncia porque la plata provenía de negocios ilícitos, dijo el fiscal Dobson.

Historia se repite

Un mes después la historia se repitió. La mañana del 20 de octubre tocaron la puerta y uno era el mismo hombre del lunar en la cara. Se fueron rápido pero tenía el pálpito de que volverían. Y por eso sus primos, Andrés y Víctor, lo acompañaron hasta las seis de la tarde.

Pero en la noche, pasadas las 21 horas, estando solo alguien tocó la puerta. Ruiz miró por la ventana. Era una mujer (Valeska) que le pidió agua para su auto, aduciendo que tenía problemas mecánicos. Le pasó dos botellas por la ventana, pero todo era una farsa.

A la casa ingresó por una ventana un sujeto que lo amenazó con un arma de fuego (Raniele). Y luego por la puerta principal entraron otras dos personas.

Lo amarraron de pies y manos con cinta de embalaje y una cuerda de guitarra; y le taparon la cara con un polerón. Desde el bolsillo del pantalón le sustrajeron el teléfono celular, que sonaba y sonaba.

Como no contestó los primos lo fueron a ver, apareciendo en escena Andrés y Víctor Segovia Monsalve. Los sujetos que estaban en la casa intentan escapar, pero antes disparan las armas de fuego, impactando uno de los proyectiles en la cabeza de Víctor Segovia, de 42 años, dejándolo en crítico estado.

Fueron varios los disparos. Una de las balas quedó en el marco de la puerta y otras dos traspasaron la vivienda contigua, que se encontraba habitada. Una dio en un espejo y otra en una caja de pañales , situados en un dormitorio, dijo el fiscal.

El trío huyó y desde ese día se encontraban inubicables. Incluso arrendaron una cabaña, en 500 mil pesos, donde estuvieron escondidos la mujer y los dos hombres, hasta que los detuvo la PDI.

A prisión

Valeska Andrea Segovia Ojeda y Miguel Angel Raniele Aguilar quedaron con prisión preventiva. No así Luis Alberto Villarroel Villarroel, para quien el magistrado Cristián Armijo no dio por acreditada su participación en el baleo, coincidiendo con el abogado defensor, Guillermo Ibacache.

El fiscal Fernando Dobson apeló en la misma audiencia y será la Corte de Apelaciones la que deba resolver si acoge la prisión preventiva o impone otra medida cautelar.

En el intertanto el trío ingresó a la cárcel de Punta Arenas.

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