Piden al Sag mayor control de la rata almizclera en el Humedal Tres Puentes
– Aunque la presencia del roedor causa problemas menores a las aves que anidan en el sector, manifiestan su inquietud ante la llegada de perros y el peligro latente de que el visón también se instale desde Tierra del Fuego o Navarino.
Más visible que en otros años, la rata almizclera ha asustado a algunas personas en sus casas e, incluso, en apariciones en el centro de Punta Arenas. Aunque se trata de animales pacíficos, cuando se sienten atacados o acosados, se defienden, como quedó testimoniado en un video que circuló hace unas semanas, en el que dos perros intentan atacar a este pequeño roedor, que a punta de dentelladas alejaba a los canes, en el sector del Humedal Tres Puentes, donde se ubica el cruce que tanto ha dado qué hablar en el último tiempo.
Precisamente, en el Humedal Tres Puentes es donde la presencia de la rata almizclera ha sido más notoria en el último tiempo. Si bien comparte territorio en forma relativamente pacífica con las aves, la construcción de sus madrigueras hace que a veces compita con taguas o desarme nidos, pero es más el peligro de los animales a los que atrae, lo que realmente preocupa a la Agrupación Ecológica Patagónica, que pide al Servicio Agrícola y Ganadero (Sag) mayor compromiso para controlar a esta especie introducida desde Norteamérica.
Sebastián Saiter es un asiduo fotógrafo de las aves del humedal, como parte de la agrupación, y ha podido notar diversas dinámicas que se generan en el sector.
“Hemos visto ratas, primero, más cerca del parque Cruz de Froward, que igual lo consideramos parte del ecosistema del humedal. En invierno, como cada vez se veían más, quisimos tener una reunión con el Sag. Ya en abril habíamos visto unas siete ratas, y dimos la alarma al Sag para ver qué podían hacer, porque es el único servicio público al que le corresponde el tema. Pero no llegamos a mucho, nos decían que siguiéramos enviándoles registros y nosotros hacemos lo que podemos como ciudadanos”, explicó Saiter.
Respecto de los daños que genera, agregó que, como es un roedor herbívoro y que nadie lo controla, igual afectará la vegetación.
“Lo más concreto es que hace un par de semanas, vimos que estaban molestando a un blanquillo, un zambullidor pequeño parecido al pimpollo. Vimos que las ratas estaban comiendo la vegetación del nido y, si bien no se trata de un visón, sí es una especie invasora que va a perjudicar al ecosistema por estar en un lugar que no le corresponde”, subrayó el fotógrafo de la agrupación.
Por eso, piden al Sag que realice un monitoreo, porque se ha reportado presencia de la rata en la laguna del Parque María Behety, en el río San Juan, desde hace un par de años.
La principal preocupación que tienen es que tras el castor y la rata almizclera llega el visón, siguiéndolos y que, al ser éste carnívoro, puede causar perjuicios incalculables. “Ese es el temor que expresé al Sag: si hay un humedal lleno de ratas es como un sitio potencial y, poniéndose en el peor de los casos, estamos dejando todas las lagunas y esteros con ratas sin hacer nada y si llega el visón no hay cómo sacarlo”, proyecta Saiter.
Aparte del visón, los depredadores de la rata almizclera pueden ser aves rapaces, pero de gran tamaño, advirtió Sebastián Saiter, que llegan más en invierno hacia el humedal, como el águila mora o un tucúquere, pero que no son tan abundantes en la reserva acuática.
“No vamos a pensar en el nuco, por ejemplo, que está más en el humedal, pero come roedores pequeños, igual que el cernícalo. No vamos a esperar que los perros controlen a esta rata, porque son mamíferos que tenemos que sacar del humedal”, urgió.
Tampoco se puede esperar que el quique sea el controlador natural de la rata, pues, por su hábitat más alejado de zonas de agua, su dieta incluye pequeños mamíferos, pero particularmente, conejos. Además -como reitera-, la rata almizclera es de Norteamérica, donde es controlada por osos, lobos y aves rapaces.
“El que deberíamos tener en los humedales es el coipo, que es nativo, pero se ve más por Villa Tehuelches o San Gregorio. Es el mamífero de los humedales y es el que debe estar”.
Saiter confiesa, además, que al interior de la agrupación lamentan que el Sag no haga estudios o monitoreos.
“Nos da lata que no le tomen mucho el peso y dejen que las ONG hagan el trabajo, porque son animales introducidos y hay que estudiarlos, no se puede decir que no van a perjudicar en nada, si ni corresponden a este hábitat. Es el Sag el que tiene que hacer sus planes de manejo y, al estar en el humedal, podría ser un buen experimento para ellos, porque sería bueno erradicarlos de la comuna, en cada estero se ve que hay ratas. Los perros podrán controlar a algunas, pero no es la solución dejarlos así nomás, porque también los roedores prosperan rápido”.
Es por ello que manifiesta su esperanza en que el Sag pueda tomar alguna medida más concreta y no dejar que la especie aumente su población y provoque alteraciones al ecosistema, como ha ocurrido con el mismo visón o el moscardón europeo Bombus Terrestris, que fue introducido y terminó prácticamente erradicando al nativo, el Bombus Dahlbomii.