Ventas navideñas

Para nadie es un misterio que los locales instalados en la Zona Franca son de los más visitados en los días previos a Navidad para comparar precios y buscar los regalos más novedosos.

Y eso se advirtió más aún este año en tiempos marcados por la pandemia y la salida de una larga cuarentena que sumió a la población a 115 días de confinamiento total.

Los comerciantes apostaron a que había que sacar provecho y tratar de vender lo máximo que se pueda, pero un comprador comentaba que le llamaba la atención que ni siquiera en la última semana se avivaran los locatarios de la ZF y que, al menos, en el módulo central abrieran lo más temprano posible desde las 8,30 en adelante. Bastaba recorrer el pasado martes a las 10 de la mañana para ver cuánta gente paseaba al interior del edificio mientras los locales permanecían cerrados.

Uno de los guardias del recinto informaba que algunos abrían a las 10,30 y otros a las 11 horas y a modo de consuelo decía: “Y eso que nosotros entramos a temprana hora”.

Muchos locatarios pudieron pensar en abrir más temprano y así facilitar la jornada evitando mayores aglomeraciones, como ocurre en el comercio de Holanda donde en tiempos de cuarentena han resuelto abrir dos horas antes del horario acostumbrado y cerrar dos horas más tarde de lo normal para evitar aglomeraciones de los compradores. Pero eso ocurre en Europa y no en Chile.