Licenciatura presencial pero sin foto grupal, marcó ceremonia de la primera generación de Escuela La Milagrosa

El destino quiso que la primera generación egresada de la Fundación Educacional Escuela La Milagrosa, fuera en este 2020, que será especialmente recordado por los 33 estudiantes de cuarto medio que culminaron su etapa escolar de una manera muy diferente a la que soñaban. La ceremonia debió ser transmitida a través de redes sociales y cada alumno o alumna recibió la licencia de manera individual y sin fotos grupales junto al curso.

Tras las palabras del director Sergio Hernández, los estudiantes entregaron un regalo al establecimiento que los acogió, dando paso luego a la presentación del grupo vocal, con la interpretación del tema “Aprende a volar”.

A nombre del curso, la estudiante Arianne Godoy Almonacid expresó: “Han pasado cuatro años desde que iniciamos este largo camino de enseñanza media y 14 para quienes nos iniciamos en esta escuela desde prebásica. Son tantas emociones y sentimientos que quisiéramos expresar en este momento de finalización de esta etapa, que lo resumimos en un infinito agradecimiento por tantos recuerdos, alegrías, aprendizajes y valores”. Posteriormente, los estudiantes Anaís Salinas y Ariel López, a nombre de las familias, entregaron un cuadro al establecimiento.

La ceremonia continuó con la entrega de los premios anuales. En Enseñanza Aprendizaje, que distingue a los mejores promedios, fue para Anaís Salinas y Alison Torres Vargas. A su vez, el reconocimiento al esfuerzo recayó en Rosa Sepúlveda Pérez. En tanto, como mejor compañero fue destacada Catalina Cuevas Bilbao.

El grupo coreográfico ejecutó “Aleluya” y luego, la profesora jefe, Paula Chiguay pasó lista por última vez, llamando a cada estudiante a recibir su licencia de cuarto medio. Además, se otorgó un premio a la permanencia a los 19 jóvenes que vivieron toda su etapa escolar en la Escuela La Milagrosa. También se premió al mejor promedio de los cuatro años de enseñanza media, que recayó en Ariel López Soto, mientras que la distinción a la trayectoria “Margarita Nasau” fue para Dayana Barrientos Cárdenas, quien también recibió el premio a la trayectoria Santa Luisa de Marillac, por su espíritu comunitario y solidario. Finalmente, el máximo reconocimiento San Vicente de Paul, fue para la estudiante Carolina Gutiérrez Maldonado.

La canción de Scarleth Oyarzo “El poder de los sueños” anticipó la entrega de las licencias a los estudiantes del curso, quienes fueron presentados con una fotografía de cuando eran niños y con una breve reseña que resumió sus años escolares.