Emocionante despedida a ex crack Emilio Cárdenas: “Espiritualmente siempre va a estar presente en el corazón del barrio 18”
En la sede del Club 18 de Septiembre se realizó un homenaje en que participaron susex compañeros, tanto del club tricolor como de Libertad, otra casaquilla que defendió.
Se hizo conocido en el fútbol por su apodo de “Nariz con frío”, por el tono rojizo que daba la impresión de estar congelado. Pero por su calidad como jugador también fue llamado el “Caszely de Punta Arenas”. Y quienes compartieron con él destacaron su gran calidad humana. Emilio Cárdenas Vera tenía 62 años y falleció el 24 de diciembre, una cruel ironía del destino para alguien que siempre entregó alegrías a quienes lo rodeaban.
La noticia conmocionó, especialmente a los clubes 18 de Septiembre y Libertad, y a quienes integran la liga del futbolito senior. Por eso, en las afueras de la sede del club tricolor, en calle José Gregorio Argomedo, se llenó de gente, tanto ex compañeros como vecinos y socios del club. Muchos de ellos con globos blancos, azules y rojos, mientras que en la entrada de la sede estaban desplegadas las camisetas que defendió.
Silencio y llantos recibieron la llegada del carro fúnebre con los restos mortales del ex futbolista. Sus familiares no tenían consuelo ante la repentina pérdida, ni siquiera en las grandes muestras de cariño de los presentes.
Diego Yáñez, del club Libertad, recordó que Cárdenas era amigo de su familia, “un hombre carismático y que llenó de alegría a grandes y chicos. Yo lo conocía desde niño y era una alegría ver las cosas que hacía dentro de una cancha, por eso le decían el ‘Caszely de Punta Arenas’”.
También expresó mucha emoción en sus palabras el dirigente Justo Vargas: “Yo tuve la posibilidad de recibirlo cuando vino del norte y se incorporó a la actividad del club. Lamentablemente, se nos ha ido, pero si bien se fue físicamente, espiritualmente siempre va a estar presente en el corazón del barrio 18 y de quienes lo vieron jugar. Un caballero a toda prueba. Como jugador era muy bueno, buen deportista, se incorporó a la selección de la asociación cuando fueron a un Nacional en Arica, donde pudo mostrar sus virtudes, la entrega total en la cancha y, como buen delantero, goleador. En esa época recibimos a muchas figuras del deporte. Me alegra montones que Emilio haya tenido una linda despedida, propia de nuestro barrio y con harta concurrencia de gente. Lamentar por un lado, la partida de Emilio, pero contento, porque se fue con una despedida que merecía”, manifestó Vargas.
En la despedida sonaron las canciones “Cuando un amigo se va” de Alberto Cortéz y “Yo te extrañaré” de Tercer Cielo, mientras se invitaba a los presentes a despedirse de Emilio Cárdenas. Uno que no podía contener las lágrimas fue su compañero en la imprenta Latina, de calle Chiloé, José Mansilla, con quien trabajó por casi treinta años, mientras sonaba de fondo, el grito de guerra del club y un aplauso para despedir al ex crack. Pero Marcos Retamales, otro ex compañero, no quiso dejar pasar la oportunidad y con su guitarra, realizó su propia versión de “Cuando un amigo se va”.
“Jugamos juntos en el 18 desde 1980 hasta el 89 más o menos. Complicado este momento, yo estuve afuera 12 años, y cuando volví, él había pasado a otros clubes, pero volvió a jugar al 18, que siempre quiso a su club. Volvimos a jugar en los seniors, baby fútbol, era una maravilla, un espectáculo verlo jugar, como amigo, por la habilidad. Era un hombre excelente, con su hija, era de otro mundo. Por eso hay gente de muchos clubes acá, no solamente del 18, lo querían mucho, por la persona que era. Por eso quise hacer algo chiquitito, lo que hacíamos en el club cuando se iba alguien de viaje, cuando se iba trasladado, cantábamos esa canción. Ahora mi amigo se fue, no lo voy a ver, pero en el corazón siempre estará”, aseguró Retamales.
Mientras el carro fúnebre se retiraba y los globos tricolores llenaban el cielo, el presidente del club 18 de Septiembre, José Cárdenas expresó que “es difícil para mí, porque más que un jugador fue como mi padre; fue amigo de mi familia, de mis tíos, me ayudaba en el taller que tengo. Es una pérdida que nadie va a tapar lo que él dejó, fue un grande de Punta Arenas, futbolísticamente, creo que no hay nadie que tenga los logros de él a nivel de goleador. Lo vi hasta su último partido, de baby, y seguía haciendo goles con sesenta años en el cuerpo; podrán pasar los años, pero el talento no se pierde. Yo tengo 35 años, él murió a los 62 y me dio la posibilidad de jugar en el primer equipo, con 16 años, y más que eso, tenemos la coincidencia de tener el mismo apellido. Se me fue ‘mi viejo’, como le decía. Estoy seguro que si hubiese podido tener un funeral como corresponde, por todo lo que estamos viviendo, iban a faltar calles para recibir a tanta gente”, finalizó Cárdenas.