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Unidad de Paciente Crítico del Hospital Clínico recibirá Premio por la Paz

Martes 29 de Diciembre del 2020

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No es común que el Premio por la Paz, que otorga desde hace veinte años el Obispado de Punta Arenas, sea colectivo. Habitualmente se distingue a una persona en particular, pero ¿cómo dejar fuera a quienes más han trabajado y sufrido con la pandemia del Covid-19? Aquellos que sin descanso han atendido todos los casos que se han presentado en el Hospital Clínico, sin descanso. Por eso, este reconocimiento correspondió este año a la Unidad de Paciente Crítico y que será entregado el jueves, en la misa de fin de año en la Catedral, siguiendo el lema de la Jornada Mundial por la Paz: “La cultura del cuidado como camino de paz”.

La buena noticia fue entregada personalmente por el obispo Bernardo Bastres, quien llegó hasta el Hospital Clínico, donde fue recibido por el director subrogante, Marcelo Torres. “Teníamos que elegir algo que fuera más significativo de acuerdo con el mensaje del Papa y por supuesto, aquellas personas que trabajan con paciente crítico, creemos que encarnan muy bien este cuidado por la persona, porque el mensaje del Papa este año es el cuidado como camino para la paz y valora todo lo que significa el cuidado. Por lo tanto, nos pareció interesante entregar este reconocimiento a aquellas personas que dan más allá de lo que les corresponde, por cuidar a personas”, justificó Bastres.

El premio se entregará oficialmente el 31 de diciembre, previo a la Jornada por la Paz y tiene su raíz en el conflicto de Chile con Argentina, de 1978 “y a partir de ahí comenzamos a valorar lo que significa hacer paz”, apuntó el obispo, que presidirá esta especial edición de la misa, que podrá ser apreciada por los fieles, mayoritariamente, a través de las pantallas de ITV Patagonia, a partir de las 19 horas.

La enfermera supervisora de la Unidad de Paciente Crítico, Marcia Ureta Vegas agradeció este reconocimiento, el que “nos llega en un momento súper bueno, en el sentido de que hemos tenido un año muy distinto a los anteriores, con una sobrecarga laboral importante, el personal ha debido trabajar sobreexigido y además, algunos han debido dejar a sus familias, que son de riesgo, o irse a vivir solos en algún momento. Ha sido un sacrificio importante, pero en pro de la atención de los pacientes, que son siempre nuestra prioridad. Esto nos llega caído del cielo, con este reconocimiento espiritual que inyecta energía a todo el equipo”.