Transmisión desfasada
A más de algún auditor que el viernes 1 de enero escuchaba una radioemisora decana de calle Bories le llamó la atención escuchar minutos antes de las 17 horas como se escuchaba la voz de un entusiasta conductor que anunciaba que faltaban pocos minutos para recibir el Año Nuevo.
Un atento conductor miró la radio y se fijó si era efectivamente la radio o él escuchaba mal. Al seguir la emisión nuevamente el entusiasta locutor decía: ‘Faltan 30 segundos’ y luego comenzó a repetir: ‘10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1: ¡Feliz Año Nuevo!’.
A esa altura el conductor y sus otros dos acompañantes nuevamente vivían la emoción del Año Nuevo y no quedó más que chocar los brazos en señal de un saludo vespertino. Sólo faltó descorchar la sidra nuevamente para brindar por este segundo Año Nuevo.
A esa altura comenzó a escucharse el Himno Nacional y el conductor respetuosamente se sacó su tradicional jockey.
Más allá del jocoso momento, claramente al programador de la emisora se le olvidó el detalle de editar lo programado en el computador de la radioemisora, pero igual se agradece revivir el momento de esperar la medianoche porque más de alguno que en la víspera se quedó dormido tempranamente pudo en la tarde del viernes vivir el Año Nuevo.