Covid y mensajes erráticos
Al momento de enfrentar las crisis, como la sanitaria y sus efectos socioeconómicos que estamos sufriendo, existen elementos esenciales, como el liderazgo de las autoridades, la certidumbre respecto de las políticas públicas y, sobre todo, la claridad de los mensajes.
Lamentablemente, hemos tenido otra vez más un episodio en que anuncios relativos a medidas impuestas por la jefatura de turno para enfrentar la pandemia terminan traduciéndose en mensajes erráticos.
Se entiende que se haya flexibilizado un conjunto de medidas, sobre todo pensando en la necesidad que tienen las personas y las familias de poner disfrutar días de vacaciones. Igualmente comprensible ha sido la última reacción del ministerio de Salud respecto de revisar el Plan Paso a Paso y establecer ajustes a las medidas contempladas en cada fase. Esto último frente al alarmante aumento sostenido de casos que se ha venido registrando en todo el país.
En atención a este último punto, es que surgió una nueva imposición para los restaurantes y café a partir de hoy jueves, a los que se le exige ahora funcionar con mesas a dos metros de distancia y con aforo máximo de cuatro personas por mesa. En esta instrucción también la autoridad sanitaria anunció que para ellos se prohibía el uso de música ambiente.
Si bien esto fue, luego, precisado por la propia autoridad, concitó de inmediato el rechazo no sólo de los músicos –quienes no han podido trabajar- , sino también se constituyó en otro de los mensajes erráticos que, a lo largo de todos estos meses, ha ido entregando el ministerio.
Es necesario extremar las medidas de prevención y precaución, a fin de evitar que las comunas retrocedan y se vuelvan a imponer las cuarentenas. Pero, escuchar música, a un volumen razonable en algunos espacios públicos, aporta a la distracción y salud mental de las personas.
Valorando que el gobierno haya precisado su instrucción en tal sentido, cabe una vez más insistir en que la estrategia para frenar la crisis requiere información que no sea contradictoria, que sea cierta y que entregue certidumbre a las personas y a las empresas.
