Necrológicas

A tres décadas del esperado título de Salesianos

Viernes 15 de Enero del 2021

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El club que representaba a la Congregación Salesiana tuvo corta vida en el baloncesto federado puntarenense, pero le alcanzó para disfrutar el sabor de la gloria.

Este año se cumplen tres décadas del esperado título que logró el ya desaparecido Salesianos, club que ingresó a la Asociación de Básquetbol de Punta Arenas en 1988 y que logró ceñirse la corona en la temporada 1991.

En abril del ‘88 acudió a una reunión de directorio del baloncesto el padre Julio Venegas, entonces director del Instituto Don Bosco, para darle con su presencia mayor realce a la petición formal que había hecho el recién formado Club Deportivo Salesianos.

La solicitud de ingreso a la Asociación fue aceptada por unanimidad de todos los delegados -aplausos incluidos- por todo lo que representa la Congregación Salesiana para Magallanes.

PRIMEROS PASOS

Pero los primeros compases del naciente club en el baloncesto local no estuvieron exentos de complicaciones, ya que el directorio de la época, haciendo cumplir el reglamento como corresponde, exigió que Salesianos ingresara con jugadores propios, sin la posibilidad de cursar pases ni utilizar elementos de otros clubes.

Eso obligó al equipo que debutaba con los colores del Vaticano a utilizar jugadores que, incluso, ya se habían retirado del básquetbol.

En medio de ese panorama, su actuación en la temporada 1988 fue honrosa, dentro de lo esperado, sin lograr ingresar a la liguilla.

Al año siguiente las cosas mejoraron y el cuadro “católico” disputó estrechamente su paso a la liguilla, mientras que en 1990, ya con nuevos refuerzos y enfrentando el torneo con una mentalidad a todas luces competitiva, logró el vicecampeonato luego de perder la final con Umag.

TRAS LA CORONA

Llegó la temporada 1991 y tanto jugadores como cuerpo técnico y dirigentes sentían que podía ser el año de la gloria. Era la cuarta temporada de Salesianos en el baloncesto puntarenense y bajo la batuta del entrenador Nicky Radonic el objetivo era ir con todo tras la corona.

A la finalísima llegaron los dos mejores equipos del momento, Salesianos y Liceo, con marcada equiparidad de fuerzas a juzgar por los enfrentamientos que animaron en las fases previas.

Por ejemplo, en la liguilla de seis ganaron los liceanos 75-74, mientras que en la liguilla de cuatro triunfó el cuadro “católico” 87-69.

Ya en el “play off” por el título, Liceo ganó el primer choque 77-76, pero en el segundo encuentro Salesianos forzó el partido de definición luego de imponerse con autoridad 83-60.

AL FIN CAMPEONES

El miércoles 2 de octubre de 1991 se jugó el tercer y decisivo encuentro para decidir al campeón. El gimnasio de la Confederación lucía un lleno total, pues un día antes se habían agotado prácticamente todas las entradas.

“Las frías cifran indican que los triunfos de Salesianos han sido mucho más holgados, mientras que los liceanos siempre ganaron esta temporada por un punto. Sin embargo, los marcadores no siempre reflejan lo acontecido en el campo de juego, aunque son indicadores que, cuando a Liceo no le salen las cosas, sus jugadores, producto de la juventud y falta de experiencia, se descontrolan. Y eso lo aprovechan muy bien los más ‘veteranos’ de Salesianos”, analizaba La Prensa Austral en la previa.

A la postre, en un vibrante partido, con emocionante desenlace, Salesianos derrotó a Liceo por 56-54 y se coronó campeón por primera vez en su corta trayectoria. Un título a esa altura muy esperado por sus seguidores.

EL TRIUNFO DE
LA EXPERIENCIA

El nuevo monarca impuso la calidad y experiencia de sus jugadores en el encuentro decisivo por el título, logrando dar vuelta el marcador a pocos minutos del final. Gran responsabilidad en la victoria “salesiana” tuvo Carlos “Kiko” Lauler, quien anotó cinco triples y totalizó 22 puntos en su cuenta personal.

Además, “cuando restaban seis segundos para el epílogo y Liceo ganaba 54-53, surgió la figura de Francisco Bernier, quien con un lanzamiento de tres puntos estableció el marcador definitivo, matando las ilusiones liceanas”, apuntó LPA en la nota de la finalísima.

“El partido se caracterizó por lo ajustado de las acciones desde el primer minuto y por la férrea marca que impusieron ambos equipos”, agregó nuestro diario, resaltando que la clave del título radicó en que Salesianos “nunca se entregó y por eso conquistó un merecido triunfo”.

También hubo palabras para Liceo: “El juvenil equipo dirigido por Mario Díaz Abad hizo el gasto del partido y cuando imprimió velocidad logró desequilibrar y obtener una ventaja de 10 puntos al término del primer tiempo, que finalizó 30-20. Y en el segundo lapso se mantuvo arriba hasta dos minutos antes del epílogo, pesando de allí en adelante la experiencia de los jugadores de Nicky Radonic”.

LOS PROTAGONISTAS

Animaron el encuentro decisivo por el título los siguientes jugadores (entre paréntesis los puntos que marcaron):

Salesianos (56): Alejandro Olate 3; Carlos Rivas 11; Jorge Soto 2; Nicolás Pozo 5; Francisco Bernier 13; Carlos Lauler 22; Claudio Soto 0. También figuraban en el plantel Fernando Cárdenas, Patricio López y Pablo Vargas.

Liceo (54): Patricio Silva 14; Marcelo Gallardo 14; Juan Torres 17; Manfred Marnell 5; Carlos Naranjo 4. Integraron igualmente el plantel Mauricio Fierro, Walter Bitterlich, Cristián Márquez, Claudio Aguilar y Marcelo Ovando.

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