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No puede retornar a su residencia

Magallánico radicado en Río Grande y el drama de una frontera cerrada

Miércoles 3 de Febrero del 2021

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Junto a su esposa permanece “anclado” en Punta Arenas, sin dinero, ni familiares y con necesidad de medicamentos.

Un verdadero drama está viviendo un ciudadano chileno radicado hace más de 20 años en la ciudad argentina de Río Grande, en Tierra del Fuego, quien luego de haber viajado a Punta Arenas en compañía de su esposa el pasado 8 de enero, se ha visto impedido de retornar debido al cierre de frontera en el lado argentino.

Héctor Elías Soto tuvo que salir de Tierra del Fuego para efectuar trámites personales en Magallanes, sin embargo, a los pocos días su intención de retorno se vio alterada por las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria. “Estoy desesperado”, señala para luego exponer que resulta insólito que se adopten este tipo de medidas sin considerar los casos y sin informar cuando se sale de Argentina.

“Fue el día 15 de enero que intentamos retornar. Ibamos con todos nuestros papeles en orden y con el correspondiente PCR. En el lado chileno no hubo problemas, pero al pasar por el control argentino nos informaron que el paso estaba cerrado para el ingreso desde territorio chileno, hasta nuevo aviso”, recordó.

El drama es que sin familiares ni dinero, y con la necesidad de medicamentos, han debido “sobrevivir” en Punta Arenas y “deberemos seguir haciéndolo hasta que no hayan cambios en las medidas. De eso puede pasar mucho tiempo”.

Sobre si ha intentando gestionar algo a nivel del Consulado de la República Argentina, señaló que sí, pero que no hubo ninguna respuesta positiva porque la decisión de tránsito fue adoptada a nivel nación. “Como solución se nos da que ocupemos la única vía dispuesta para el ingreso desde el exterior, que es Buenos Aires, pero con qué dinero vamos a hacerlo si apenas tenemos para permanecer un par de días acá en Punta Arenas”.

La disposición

La actual disposición argentina, establece que los nativos de ese país o extranjeros residentes pueden transitar solamente por los pasos habilitados, que son los aeropuertos de Ezeiza y San Fernando, y la terminal de Buquebus en Buenos Aires. Las fronteras terrestres permanecen cerradas, excepto para el comercio internacional y para argentinos y residentes que salieron del país entre abril y el 25 de diciembre de 2020.

Soto dice que tiene 71 años, y que por razones laborales debió radicarse en territorio argentino junto a su esposa (también magallánica) Clara Luz Zenteno. Relata que al menos una vez al año vuelve a su terruño, del cual señala que hoy tiene un costo de vida más alto que el de Río Grande, al punto que pone en duda que “con lo que uno gana allá” pudiera vivir acá.

Asegura no ser el único caso que vive el drama de no poder retornar, “porque supe de dos o tres casos más”. Asimismo, Soto agradece a la propietaria del hostal donde permanece actualmente alojado “quien ha entendido el difícil momento que estamos pasando”.