Necrológicas

– Enrique Alvarado Sánchez
– Omar Fernando Muñoz Vidal
– María Andrea Ivelic Vrdolyak
– Nelson Cárdenas Figueroa
– Haydeé Humeres Sigala

El Honda Civic con una historia de grandes éxitos

Domingo 7 de Febrero del 2021

Compartir esta noticia
584
Visitas

En el automovilismo regional y patagónico existen innumerables personajes e historias que han llenado páginas pero también hay máquinas o autos que han logrado destacar en el tiempo por sus grandes características mecánicas y que le han permitido entregar grandes satisfacciones a sus dueños.

Uno de ellos fue el Honda Civic 1978 de Eduardo “Lalo” Mladinic que en su época fue todo un hito en el automovilismo de la Patagonia por sus características que le permitieron triunfar en prácticamente todos los circuitos, destacando con grandes triunfos en el autódromo de Cabo Negro como también en la inauguración del autódromo de Río Gallegos.

Para su dueño, Eduardo Mladinic, es emocionante ver un auto de tantos recuerdos, “de tantas carreras y satisfacciones porque fue un auto con el que logramos muchísimos triunfos”, según lo señaló en una nota realizada por Francisco “Pirulo” Oyarzo en su programa “Ases del Volante” de Radio Polar.

“Haciendo un poco de historia, Honda sacó una primera generación del modelo Civic en 1972 y con muy pocas modificaciones hasta el año ‘80, donde comenzó a tener algunos cambios de importancia como fue el cambio de los focos redondos por cuadrados”.

“Estos autos llegaron a nuestro país a través de su representante Vicuña Hnos., pero existía la idea que los autos japoneses eran desechables y que sus motores eran de aluminio y no iban a tener larga duración”, comentó “Lalo”.

“Eran un montón de comentarios que evidentemente nunca fueron ciertos, quedando rápidamente demostrado lo contrario, reflejado en el posterior éxito de la industria automotriz japonesa”.

EQUIPO HONDA

“En ese tiempo, Vicuña Hnos. generó un equipo de competición con dos pilotos que yo los conocí y cuando vi que los autos funcionaban tan bien adquirí este auto”.

“El auto fue comprado nuevo por Jorge de Grenade quien lo llevó a correr a un Gran Premio de Tierra del Fuego, donde creo que lo acompañó ‘Teo’ (Martinic), luego se lo compró y lo dejó para la pista donde lo corrimos en tierra muchísimo tiempo y después vino el asfalto, modificándolo un poco para que ande bien en el cemento”.

“La verdad es que su desarrollo no fue tan complejo como el de otros autos porque ya se habían hecho dos autos en Santiago y Vicuña los mandó a Argentina donde Rafael Balestrini (reconocido preparador de motores de competición) quien los armó”.

“Las levas las hacía Balestrini, el arreglo de las tapas (de cilindro) las hacía también el preparador argentino, además que el reglamento nuestro nos permitía poner un carburador distinto al de fábrica, porque el original era muy chico para que el auto sea de consumo económico”.

“La normativa nos permitía poner un carburador del Renault R-12, que era de 34-34 mm. (doble boca) con una apertura simultánea que se le hacía con un sistema de engranaje que abría las dos bocas al mismo tiempo”.

AUTO MUY
RAPIDO

“Con estos arreglos, junto a otras cosas, permitió que el auto fuera bastante más ágil de lo que era normalmente de fábrica. La verdad es que el auto era realmente muy, muy rápido”.

“En cuanto a la caja de cambios y el diferencial teníamos que mantenerlo tal cual era de fábrica, pero con la mejora del motor quedaba con una preparación que los dejaba como una máquina muy veloz”.

“Hay que destacar que eran motores de sólo 1.237 c.c., y recién pasaron a los 1.300 c.c. cuando sufrieron algunos cambios el ‘80 pero eran muy rápidos”.

“Un auto preparado nosotros lo probábamos contra un Chevrolet Camino que tenía mi preparador (Lorenzo Alasevic) y el auto aceleraba exactamente igual, incluso el Honda era un poco más rápido al comienzo. Además era un auto chico, con muy poco peso, y el piloto también pesaba harto menos en esa época lo que también ayudaba”.

INICIOS

“Partimos en tierra en la categoría 1.300 c.c., donde estaban los (Mini) Cooper, los (Fiat) Iava, el Mazda, el Ford Escort. Había una variedad más o menos grande de marcas. Teníamos dos autos, uno lo conducía yo y el otro Manuel Barría, que tenía la diferencia que era de cuatro puertas pero con una preparación muy similar. Después Javier Barría también tuvo uno”.

“Hicimos varios campeonatos, la carrera de Natales – Punta Arenas que fue una final de campeonato donde nos quedamos tirados porque se nos rompió una bandeja y nos ganó (Francisco) ‘Pancho’ Karelovic el campeonato en la última fecha”.

“Después salimos campeones en tierra, también corrimos muchas carreras en asfalto donde pudimos calzar neumáticos distintos, con una alineación también un poco diferente. El récord de vuelta lo tenía yo en ese tiempo con 01’14”,01, que con un motor de 1.200 era muy buen crono para esa época y me acuerdo que el que seguía era de 01’14”,03 -o algo similar- que era del Mini Cooper de Ramón Jacob que también fue un auto rápido”.

GRANDES
CARRERAS

“Realizamos varias carreras que fueron muy buenas contra el Iava de ‘Pancho’ Karelovic, el Mazda de Iván Kuzmanic, ocasionalmente aparecía el (Mini) Cooper de (Luis) ‘Lucho’ Domic, que siempre presentaba un auto rapidísimo pero le costaba finalizar al ‘Pájaro’ pero le daba mucha emoción a las carreras”.

Después, cuando recién se asfaltó, aparecieron los argentinos con Menéndez Betety, Dante Merallo y autos muy rápidos, incluso más veloces que el nuestro. Pudimos ganarles carreras pero no era fácil ya que eran autos muy rápidos”.

“En las carreras de pista siempre corrí solo, pero en la de Natales – Punta Arenas la hice con copiloto junto a Juan Carlos Beros, como en el ‘80 en el Gran Premio también me acompañó Juan Carlos en este auto”.

“El fue siempre el copiloto oficial del Honda y además nos entendíamos muy bien y en esa época él era flaquito también, lo que ayudaba para andar rápido”.

“En la inauguración del autódromo de Río Gallegos, donde fuimos la Turismo Carretera, la 2.000 y nosotros, se nos rompió un perno de la tapa de cilindros un poco antes de largar y nos esperaron lo más que pudieron”.

“Yo había hecho la ‘pole’ y cuando largamos, en el primer curvón donde no se usa el freno hasta el final, cuando freno, la rueda estaba llena de aceite por el trabajo con la tapa, por lo que me salí con todo para afuera y como detrás venía el resto nos fuimos varios”.

“Logré meterme de nuevo a la pista y cuando faltaban como dos vueltas retomé la punta para ganar la prueba. Fue una carrera emocionante, muy linda. Creo que fue el ‘86, cuando se asfaltó por primera vez el autódromo en Río Gallegos”.

“Con este auto después ganamos dos veces en Porvenir en el circuito, hoy día, “Marcos Lausic” y después fuimos también a Río Grande, donde gané la clasificación, la primera manga y en la segunda batería no me acuerdo que le pasó al auto que no pudimos terminar”.

“En esa oportunidad corrimos contra el (Eduardo) ‘Colorado’ Carletti, quien por primera vez había traído un Renault Alpine. Era la sensación y me decía ‘yo traje el Renault Alpine y se te ocurre venir a correr a Río Grande’. Igual terminó ganando él porque venía detrás de nosotros”.

LARGO HISTORIAL

“Este Honda Civic tiene una larga historia porque primero lo corrió Jorge de Grenade, luego lo corrí yo, se subió ‘Tuly’ (Arturo Solo de Zaldívar) una vez en una carrera de tierra donde lo invitamos, lo corrió (Esteban) ‘Stipe’ Guic en una carrera especial en el asfalto, después se lo vendí a Pedro Aguilar quien se lo pasó a Marcos Lausic para que corriera unas Tres Horas de Puerto Natales”.

“Luego pasó a tenerlo ‘Mingo’ (José Domingo Caldichoury) junto con el ‘Toto’ (Antonio Ríspoli) y le pusieron el número 105 porque en ese tiempo entre los dos juntaban 105 años cuando se hicieron unas Tres Horas en Punta Arenas”.

“También lo tuvo (Zvonimir) ‘Chochi’ Gezan, luego lo retomó Caldichoury a quien finalmente se lo compré para tratarlo de dejarlo como era cuando corríamos en asfalto en los ‘80. Quedó muy parecido a lo que era en ese tiempo, de hecho las llantas son las mismas con las que corríamos”.

Fue un auto que tiene registro de actuaciones, con triunfos importantes, en Río Gallegos, carreras de larga duración en Cabo Negro, registros en Río Grande, en Porvenir. Estuvo prácticamente en toda la Patagonia.

AUTO ATRACTIVO

“A los argentinos, que son mucho más fanáticos que nosotros, les gustaba mucho el auto porque les atraía que una máquina tan chica fuera tan rápida y que hiciera tiempos buenísimos para esos tiempos”.

“Creo que, no me acuerdo bien, en Gallegos tenemos el segundo o tercer mejor tiempo entre los Turismo Carretera porque el circuito se prestaba mucho más para nuestro auto que para los de ellos. En la parte trabada el auto iba muy bien”.

“Recuerdo que Roberto Vido me pidió que lo lleve a dar una vuelta, porque no podía creer lo que aceleraba una máquina de sólo 1.200 c.c. El auto tenía una caja de cuatro marchas. No sé si se podía poner una de cinco, pero la verdad es que no la hubiésemos ocupado nunca. Modelos posteriores llegaron con cajas de quinta pero no era necesario su uso porque con cuatro marchas en estos circuitos funcionaba muy bien”.