¿Habrá pasado una noche desbocada?
No es muy novedoso, a estas alturas de la vida, ver a un caballo pastando en Punta Arenas. Aparecen en los lugares más insólitos, lo que más que gracioso es preocupante, por el peligro que revisten para los conductores. Pero como mucha voluntad no hay para sacarlos o ponerles multas a los dueños, los equinos viven su vida en total calma, incluso dándose el tiempo para visitar alguno de los moteles que hay en la ciudad.